Como no podía ser de otro modo asistí al Český Pivní Festival Praha 2008 prácticamente desde el momento en que abrieron las puertas.
Aunque no tenía demasiado tiempo, quería ir, tenía muchas ganas de ver de qué se trababa. El viernes estaba medio feo, llegué un poco después de las 13 y la poca gente que había eran casi todos VIP's invitados a la inaguración. Lo cual fue un poco de suerte porque al llegar al punto donde recién habían abierto el primer "barril" una de las camareras, al ver que tenía la cámara colgada del cuello me convidó con una cerveza pensando que era algún periodista, lo cual no deja de ser un poco cierto. Pude presenciar cómo el alcalde de Praga, Pavel Bem hacía un brindis con una celebridad menor de la TV checa para irse rápidamente una vez que los fotógrafos empezaron a dedicarse a cosas más importantes como tomar cerveza. O bien tenía trabajo en la oficina, o no tenía ganas de mojarse el traje con la lluvia que estaba amenazando. Una vez que el agite inagurativo terminó, me dirigí a mi destino, la carpa de las cervecerías pequeñas, seis en total (Černá Hora, Janaček, Jihlava, Platan, Rohozec, Svijany). Allí me encontré con gente amiga y lo que iba a ser una cerveza rápida mientras seguía inspeccionando se convirtió en una agradable conversación, a la que luego se sumó otra gente amiga.
Tomé un par de cervezas más de las que tenía planeado y me quedé un rato más del que tenía planeado, pero no me puedo quejar, no la pasé nada mal.
A pesar de no haber podido hacer un recorrido más a fondo de las instalaciones, la evaluación es dentro de todo buena. Empezando desde abajo, el precio de la comida, me pareció demasiado alto, 160CZK por un guláš con kndelíky que parecían de plástico es un poco demasiado. Sobre la calidad no sé, solamente servían comida en una de las carpas, la de Kozel y no tuve ganas de dejar la conversación para irme hasta ahí. La alternativa era pedirse una porción, también cara, de novillo que se estaba asando, pero gente que la probó no me la recomendó.
39CZK por una cerveza no es tampoco barato, pero por otro lado, es un precio único, ya sea por la omnipresente Gambrinus 10° o por rarezas como la Jihlavský Grand 18° o cualquiera de las 28 restantes.
También me parece que la entrada podría o ser más barata, o simplemente sin cargo. Éso creo que haría que vaya más gente y le daría una atmósfera aún más de jardín cervecero.
Lo bueno, la buena onda del servicio. Si bien no lo experimenté de primera mano, sí pude verlo en la carpa más concurrida, los camareros y camareras parecían hacer su trabajo con muchas ganas y no pocas sonrisas. Pude experimentarlo en la carpa de K Brewing (cervecerías chicas). Hasta que no pudimos conseguir los tólares con los que se paga todo, nos dejaron tomar sin pagar. El servicio siempre fue muy simpático y en ningún momento se molestaron porque cada uno pedía una cerveza distinta (tenían 12 a elegir). Y con los tólares los organizadores me sorprendieron. Pensé que sólo se iban a poder comprar algún stand, donde habría que hacer filas. Sin embargo, se pueden comprar directamente a las simpáticas chicas que se pasean por todas las carpas. Muy buena idea.
Lo mejor, la cerveza, claro. Poder en una sentada probar Platan 11°, Černá Hora Kvasar, Rohozec 11°, Janaček Comenius 14°, Sivjany Kvasničak y Jihlavský Grand 18°; todo mientras se la pasa bien con amigos, no tiene precio.
Tengo ganas de ir nuevamente este viernes, algo más tarde y quedarme un poco más de tiempo. No había mucha atmósfera pero podía percibirse que con algo más de gente, la cosa podría mejorar enormemente.
Alguien ha estado? Si es así, me gustaría saber cuáles han sido sus impresiones. Mientras tanto los dejo con algunas fotos.
El alcalde y sus amigas
El primer barril
La carpa de Pilsner Urquell, bastante concurrida
La de K Brewing, no tanto, parecía haber solamente
gente que sabe de cerveza
Dos de las tolar dealers
Lo mejor de la tarde
Update: Según lo reportado por Evan Rail, la carpa más exitosa del festival es la de las cervecerías pequeñas. Algo que asombró enormemente a los organizadores. Parece que la gente prefiere probar algo nuevo, diferente y, en muchos casos, mejor que las cervezas que pueden conseguir en cualquier rincón de Praga.
Para mí, el relativamente elevado precio (39CZK) jugó a favor de las cervecerías chicas. No creo que haya demasiada gente por ahí dispuesta a pagar tanto por una Gambrinus, Staropramen o Braník, cuando por el mismo dinero pueden tomar Svijany Kvasnicové, Jihlavský Grand 18° y demás joyas.
Pero lo mejor de todo es que los organizadores han decidido agregar más cervezas a la oferta, así que ahora están tirando las excelentes Herold Bohemian Black Lager y Herold Bohemian Granát, y puede que más se sumen.
Realmente para festejar.
Na Zdraví!
Aunque no tenía demasiado tiempo, quería ir, tenía muchas ganas de ver de qué se trababa. El viernes estaba medio feo, llegué un poco después de las 13 y la poca gente que había eran casi todos VIP's invitados a la inaguración. Lo cual fue un poco de suerte porque al llegar al punto donde recién habían abierto el primer "barril" una de las camareras, al ver que tenía la cámara colgada del cuello me convidó con una cerveza pensando que era algún periodista, lo cual no deja de ser un poco cierto. Pude presenciar cómo el alcalde de Praga, Pavel Bem hacía un brindis con una celebridad menor de la TV checa para irse rápidamente una vez que los fotógrafos empezaron a dedicarse a cosas más importantes como tomar cerveza. O bien tenía trabajo en la oficina, o no tenía ganas de mojarse el traje con la lluvia que estaba amenazando. Una vez que el agite inagurativo terminó, me dirigí a mi destino, la carpa de las cervecerías pequeñas, seis en total (Černá Hora, Janaček, Jihlava, Platan, Rohozec, Svijany). Allí me encontré con gente amiga y lo que iba a ser una cerveza rápida mientras seguía inspeccionando se convirtió en una agradable conversación, a la que luego se sumó otra gente amiga.
Tomé un par de cervezas más de las que tenía planeado y me quedé un rato más del que tenía planeado, pero no me puedo quejar, no la pasé nada mal.
A pesar de no haber podido hacer un recorrido más a fondo de las instalaciones, la evaluación es dentro de todo buena. Empezando desde abajo, el precio de la comida, me pareció demasiado alto, 160CZK por un guláš con kndelíky que parecían de plástico es un poco demasiado. Sobre la calidad no sé, solamente servían comida en una de las carpas, la de Kozel y no tuve ganas de dejar la conversación para irme hasta ahí. La alternativa era pedirse una porción, también cara, de novillo que se estaba asando, pero gente que la probó no me la recomendó.
39CZK por una cerveza no es tampoco barato, pero por otro lado, es un precio único, ya sea por la omnipresente Gambrinus 10° o por rarezas como la Jihlavský Grand 18° o cualquiera de las 28 restantes.
También me parece que la entrada podría o ser más barata, o simplemente sin cargo. Éso creo que haría que vaya más gente y le daría una atmósfera aún más de jardín cervecero.
Lo bueno, la buena onda del servicio. Si bien no lo experimenté de primera mano, sí pude verlo en la carpa más concurrida, los camareros y camareras parecían hacer su trabajo con muchas ganas y no pocas sonrisas. Pude experimentarlo en la carpa de K Brewing (cervecerías chicas). Hasta que no pudimos conseguir los tólares con los que se paga todo, nos dejaron tomar sin pagar. El servicio siempre fue muy simpático y en ningún momento se molestaron porque cada uno pedía una cerveza distinta (tenían 12 a elegir). Y con los tólares los organizadores me sorprendieron. Pensé que sólo se iban a poder comprar algún stand, donde habría que hacer filas. Sin embargo, se pueden comprar directamente a las simpáticas chicas que se pasean por todas las carpas. Muy buena idea.
Lo mejor, la cerveza, claro. Poder en una sentada probar Platan 11°, Černá Hora Kvasar, Rohozec 11°, Janaček Comenius 14°, Sivjany Kvasničak y Jihlavský Grand 18°; todo mientras se la pasa bien con amigos, no tiene precio.
Tengo ganas de ir nuevamente este viernes, algo más tarde y quedarme un poco más de tiempo. No había mucha atmósfera pero podía percibirse que con algo más de gente, la cosa podría mejorar enormemente.
Alguien ha estado? Si es así, me gustaría saber cuáles han sido sus impresiones. Mientras tanto los dejo con algunas fotos.
El alcalde y sus amigas
El primer barril
La carpa de Pilsner Urquell, bastante concurrida
La de K Brewing, no tanto, parecía haber solamente
gente que sabe de cerveza
Dos de las tolar dealers
Lo mejor de la tarde
Update: Según lo reportado por Evan Rail, la carpa más exitosa del festival es la de las cervecerías pequeñas. Algo que asombró enormemente a los organizadores. Parece que la gente prefiere probar algo nuevo, diferente y, en muchos casos, mejor que las cervezas que pueden conseguir en cualquier rincón de Praga.
Para mí, el relativamente elevado precio (39CZK) jugó a favor de las cervecerías chicas. No creo que haya demasiada gente por ahí dispuesta a pagar tanto por una Gambrinus, Staropramen o Braník, cuando por el mismo dinero pueden tomar Svijany Kvasnicové, Jihlavský Grand 18° y demás joyas.
Pero lo mejor de todo es que los organizadores han decidido agregar más cervezas a la oferta, así que ahora están tirando las excelentes Herold Bohemian Black Lager y Herold Bohemian Granát, y puede que más se sumen.
Realmente para festejar.
Na Zdraví!
Veo que no somos los únicos que anduvimos de eventos cerveceros! :)
ResponderBorrarLindo lugar!
La calidad y ambiente siempre es importante, pero que te dejen tomar sin pagar!! Uff yo quiero ir a ese lugar!
ResponderBorrarOjo que nos dejaron tomar sin pagar por un rato, hasta que conseguimos los tolares. Después, tuvimos que pagar como cualquier hijo de vecino.
ResponderBorrarPor lo menos yo pagué una cerveza menos que el resto.... jeje!
estuve el martes pasado,dia de excelente clima y no por casualidad ese dia tocaba sto zvirat y polemic, dos de mis bandas favoritas, que por cierto cumplieron con mis expectativas. La harold fue la que mas me agrado, la platan y jezek normales,la de cerna hora con miel ya la habia probado pero igual me tome una... pero a decir verdad me parecio que la pilsner tenia mejor temperatura y fue de las que mas tome... la pasamos genial, me encontre con barbora spotakova la medalla de oro en atletismo(lanzamiento de garrocha) muy simpatica y le encanta la cerveza... el servicio en general muy pero que muy bueno para el standard checo.. una chica que vendia tolers tenia una bolsa de tesco llena de estos... de buena manera le dije que no era lo mas apropiado y me contesto que ella estaba de acuerdo, pero era lo que tenia.. probe el pollo al grill y estaba bastante decente....mucho mas para contar pero para hacerlo corto fue un dia inmejorable... mejor que las veces que he estado en el ocktoberfest, claro que mucha menos gente lo cual viene bien... pasaran algunos anos antes de que este festival tome revuelo.. pero in the meantime, me quedo con el.. auqnue si estoy y mucha gente tambien de acuerdo, que el tema de cobrar por la entrada no favorece a nadie.
ResponderBorrarJavier, me alegro que la hayas pasado tan bien. yo estuve de nuevo ayer con unos amigos y la pasamos bomba, pude hablar con uno de los organizadores, un tipo bastante macanudo. Ya estoy preparando el reporte de mi segunda visita en donde hubo muy buenas novedades.
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