Los registros históricos más antiguos sobre la elaboración comercial de cerveza en Praga datan del siglo 10 y mencionan la cervecería en el monasterio de Břevnov. Funcionó en el mismo lugar por 900 años, aunque para el final, los monjes benedictinos ya no se dedicaban a elaborar, sino que alquilaban las instalaciones a terceros. La cervecería cerró a fines del siglo 19 debido a que, básicamente, no pudo competir con las lager ni tampoco fue posible adaptarla para producir este tipo de cervezas.
Tomaría alrededor de 120 años para que la tradición se renueve. La primera vez que oi de Břevnovský Pivovar fue en el otoño del año pasado cuando me econtré con el Maestro Cervecero Jan Šuran en un evento en el monasterio. Entonces me contó que la cervecería abriría a fines de ese año, principios de este. La pifió un poco.
El proyecto fue bien recibido por las autoridades que tienen a cargo el patrimonio histórico de Praga. Les gustó la idea de que vuelva a haber una cervecería en el monasterio. Supervisaron las obras de construcción y no tuvieron ninguna objeción con los resultados. Pero esto no impidió que a un pelotudo en una oficina que se encarga de darle el visto bueno final a todos los proyectos de construcción no se le ocurra recurrir a un tecnicismo como excusa para frenar todo (y quizás esperar recibir alguna coima) y negarse a poner el último sello que hacía falta. Una vez que nuevas autoridades se hicieron cargo de esa parte del ayuntamiento praguense, las cosas se solucionaron (sin necesidad de pagar sobornos) y la cervecería abrió oficialmente el mes pasado.
Lo más simpático de esto es que todo comenzó básicamente con una charla del tipo "¿Qué tal si...? mientras se tomaba una cerveza. PIVO Praha, los dueños de Břevnovský Pivovar, y de Pivovarsky Dům and Klub, tenían ganas de abrir otra cervecería en Praga. Un día, birra de por medio, uno de los socios dijo que sería lindo poder abrirla en el monasterio de Břevnov. Šuran dijo que tenía un amigo ahí, y el resto es historia.
La cervecería más nueva de Praga (al menos por ahora) se encuentra en lo que alguna vez fueron los establos del monasterio. Tiene una capacidad de 4000hl por año (curiosamente, más o menos lo mismo que estaba produciendo la cervecería histórica cuando cerró) y este año esperan producir 1000hl.
En la actualidad, elaboran seis tipos de cerveza diferente. Una tmavý ležák de 11º , una světlý ležák de 12,5°, una Weizen de 11º, una IPA de 15º, una Imperial Pilsner de 20º (¿no debería llamarse Kaiserlichen Pilsner or Císařský Ležák?) y una Imperial Stout de 21º. Salvo por la última, las he probado a todas y están muy, muy buenas. Las lager oscura y rubia son diferentes a cualquier cosa que haya probado antes, la de trigo es una de las mejores que he tomado, la IPA no es del tipo que te agarra de las solapas gritando guarradas, sino que habla en una voz firme, pero cuidada y, más allá de lo tonto del nombre del estilo, la Imperial Pilsner es una hermosa cerveza para tomar despacio al atardecer. Más allá de una cerveza de trigo al estilo belga, no están planeando expandir mucho más la cartera de productos, lo cual creo que no es mala idea.
Břevnovský Pivovar no es, ni será nunca, un brewpub. Al igual que Matuška o Únětický, su modelo se basa en la distribución. Por el momento, tres de sus cervezas se encuentran disponibles de manera permanente en Klášterní Šenk, el muy buen restaurante en el monasterio de Břevnov, y de tanto en tanto se las puede encontrar en Nota Bene y Pivovarský Klub, pero ahora que ya todo está funcionando como debe ser, la cervecería tiene en sus planes empezar a ofrecer sus productos a otros bares. Los borrachos domésticos, por otro lado, pueden disfrutar de estas cervezas en la comodidad de su hogar. Botellas (y barriles) pueden ser compradas en la cervecería de lunes a viernes entre las 14 y las 19.
Hay otros planes en desarrollo. Cuando visité la cervecería hace un par de semanas, me mostraron los trabajos que ya están casi terminados en la parte del edifcio en donde funcionarán instalaciones para organizar cursos de capacitación y otros eventos similares y en un futuro cercano, quieren usar los sótanos góticos que se encuentran debajo del edificio para añejar la Imperial Stout en barricas de roble.
Todo esto son buenas noticias. Junto con Pivovar U Tří Růží, Břevnovský Pivovar ha renovado un poco mi fe en las nuevas micro cervecerías. Les deseo éxitos y espero que Benediktin, su marca, pronto se convierte en algo común en pubs, restaurantes y cafés de toda la ciudad.
Na Zdraví!
Pido pido
ResponderBorrardecime la foto de las cinco al hilo ( botellas mal pensados ) la cuarta de color verdecito es de plastico por el culo digo patrece botella de cola y la quinta tiene otra forma?
saludos
omar
La de la etiqueta verde es la de trigo, la chiquita al final es la Imperial Stout...
BorrarMe pregunto si estas cervezas son filtradas y/o pasteurizadas y si se consiguen en lugares muy específicos de Praga. Conozco gente que viaja y les puedo pedir que me traigan alguna que otra botella, si no les rompo mucho las bolas para conseguirla. ¿Qué decis que me haga traer que se consiga fácil y sea buena?
ResponderBorrarslds
Sin filtrar, sin pasteurizar. Fáciles de conseguir (solo basta con darse una vuelta a la cervecería, está muy cerca del centro)
BorrarPD: Decile a esa gente que viaja que se ponga en contacto conmigo y algo que pueda viajar sin mayor problema te hago llegar...
Borrarai lov iu!
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