Ayayayay! No saben lo que se perdieron, y no digan que no les avisé.
La degustación de ayer fue algo que realmente disfruté mucho. Como dije el otro día, se presentaba la línea de productos de la cervecería Herold (una cervecería que el año pasado celebró medio milienio). Herold fue comprada hace unos años por unos inversores yanquis que, y esto le puede resultar sorprendente a muchos, no tenían la intención de restructurar la empresa, despedir a la mitad del personal y venderla unos años más tarde, sino que querían poder hacer tradiční české pivo. Las cervezas de Herold no se ven mucho en el mercado en Praga, la empresa se ha dado cuenta que luchar contra los monstrous industriales es muy difícil, así que se han concentrado en el mercado de exportación, y con cierto éxito, por lo que tengo entendido.
Herold ayer ofreció para degustación 6 cervezas. La desítka y dvanátcka estuvieron bien, nada fuera de lo común (quizás la desítka para su categoría es un poco mejor que el promedio). La cerveza de trigo, para mi gusto, no tiene suficiente cuerpo y carácter. Ahora, la cerveza negra, me pareció muy interesante, con un sabor a café bien fuerte, sin azúcar con toques herbales, y con un gusto muy perseverante; su aroma, el de cacao tostado. Me encantó. Luego pude probar la Bastard, que es una cerveza de 14 grados y puro márketing, no me gustó nada. Por último, y esta tirada (las otras habían sido en botella), la granat (14), con un sabor con toques de té bien fuerte y alguna fruta por ahi. Rico aroma acaramelado, linda cerveza. Hubo una cerveza más de la cual habló el representante de Herold, la Golden Revolution, una cerveza artesanal, de partida muy muy limitada, hecha en colaboracion con un maestro cervecero americano (dueño él mismo de una microcervecería), por lo limitado de la partida, y el precio que cada botella de 750ml tiene (más de 200Kc), no se la ofreció para degustar. Pero yo, por una de esas casualidades de la vida, había sido ya convidado el viernes pasado por un generoso caballero amigo del gerente del lugar, y debo decir que, a pesar de ser muy fuerte (23 grados), la cerveza tiene un sabor dulzón muy delicado.
La estrella de la velada, sin embargo, fue Ramses, la cerveza de higo elaborada por Pan Rambousek, quien dio un muy interesante discurso sobre su filosofía a la hora de elaborar sus mágicos elíxires. Hizo mucho hincapié en el uso de productos naturales, nada de extractos ni saborizantes, y de la dificultad, por ello, de producir esta cerveza saborizada con higos. Habló también de su superstar, la cerveza de miel de castaña, la cual es simplemente un tesoro, algo digno de los dioses.
Y qué tal la cerveza de higo? Qué puedo decir, simplemente excelente, maravillosa. Ya hablaré más de ella en unos días.
Tuve también el placer de felicitar al señor Rambousek, y agradecerle por hacer cervezas de tan alta calidad, lo cual lo soprendió bastante. Una persona humilde y con verdadera pasión por su arte. Me hubiese gustado poder hablar con él un poco más, pero no era el único que lo rodeaba. Habrá seguro otra oportunidad.
Me encontré también con un viejo colega de Berlitz (la escuela de idiomas donde trabajé mis dos primeros años en Praga), quien me insistió que me una a su club de amigos del Pivovarsky Klub, lo cual hice contento, y el organizador del "club" parecía bastante feliz de tener un extranjero entre los miembros, que son sólo cincuenta.
Ah! Y lo mejor. La entrada para socios del SPP (club de amigos de la cerveza) era de 50Kc, para el resto de los mortales, de 100Kc, y para mi, nada. A lo mejor se olvidaron de cobrarme, pero no creo, estuve todo el tiempo sentado en el bar (el lugar estaba lleno y llegué justo sobre la hora), hablé con un par de los camareros (que me conocen bastante bien), nunca me faltó la cerveza, tuve a mi lado un plato con mi propia picada, así que lo único que me queda pensar (y me gusta pensar) es que no me cobraron porque soy algo así como un amigo de la casa.
No se pierdan la próxima, que parece que va a ser el 17 de abril, y en esta ocasión se van a presentar dos nuevas cervezas de la cervecería más grande y legendaria de la República Checa.
Nos vemos
MAX
La degustación de ayer fue algo que realmente disfruté mucho. Como dije el otro día, se presentaba la línea de productos de la cervecería Herold (una cervecería que el año pasado celebró medio milienio). Herold fue comprada hace unos años por unos inversores yanquis que, y esto le puede resultar sorprendente a muchos, no tenían la intención de restructurar la empresa, despedir a la mitad del personal y venderla unos años más tarde, sino que querían poder hacer tradiční české pivo. Las cervezas de Herold no se ven mucho en el mercado en Praga, la empresa se ha dado cuenta que luchar contra los monstrous industriales es muy difícil, así que se han concentrado en el mercado de exportación, y con cierto éxito, por lo que tengo entendido.
Herold ayer ofreció para degustación 6 cervezas. La desítka y dvanátcka estuvieron bien, nada fuera de lo común (quizás la desítka para su categoría es un poco mejor que el promedio). La cerveza de trigo, para mi gusto, no tiene suficiente cuerpo y carácter. Ahora, la cerveza negra, me pareció muy interesante, con un sabor a café bien fuerte, sin azúcar con toques herbales, y con un gusto muy perseverante; su aroma, el de cacao tostado. Me encantó. Luego pude probar la Bastard, que es una cerveza de 14 grados y puro márketing, no me gustó nada. Por último, y esta tirada (las otras habían sido en botella), la granat (14), con un sabor con toques de té bien fuerte y alguna fruta por ahi. Rico aroma acaramelado, linda cerveza. Hubo una cerveza más de la cual habló el representante de Herold, la Golden Revolution, una cerveza artesanal, de partida muy muy limitada, hecha en colaboracion con un maestro cervecero americano (dueño él mismo de una microcervecería), por lo limitado de la partida, y el precio que cada botella de 750ml tiene (más de 200Kc), no se la ofreció para degustar. Pero yo, por una de esas casualidades de la vida, había sido ya convidado el viernes pasado por un generoso caballero amigo del gerente del lugar, y debo decir que, a pesar de ser muy fuerte (23 grados), la cerveza tiene un sabor dulzón muy delicado.
La estrella de la velada, sin embargo, fue Ramses, la cerveza de higo elaborada por Pan Rambousek, quien dio un muy interesante discurso sobre su filosofía a la hora de elaborar sus mágicos elíxires. Hizo mucho hincapié en el uso de productos naturales, nada de extractos ni saborizantes, y de la dificultad, por ello, de producir esta cerveza saborizada con higos. Habló también de su superstar, la cerveza de miel de castaña, la cual es simplemente un tesoro, algo digno de los dioses.
Y qué tal la cerveza de higo? Qué puedo decir, simplemente excelente, maravillosa. Ya hablaré más de ella en unos días.
Tuve también el placer de felicitar al señor Rambousek, y agradecerle por hacer cervezas de tan alta calidad, lo cual lo soprendió bastante. Una persona humilde y con verdadera pasión por su arte. Me hubiese gustado poder hablar con él un poco más, pero no era el único que lo rodeaba. Habrá seguro otra oportunidad.
Me encontré también con un viejo colega de Berlitz (la escuela de idiomas donde trabajé mis dos primeros años en Praga), quien me insistió que me una a su club de amigos del Pivovarsky Klub, lo cual hice contento, y el organizador del "club" parecía bastante feliz de tener un extranjero entre los miembros, que son sólo cincuenta.
Ah! Y lo mejor. La entrada para socios del SPP (club de amigos de la cerveza) era de 50Kc, para el resto de los mortales, de 100Kc, y para mi, nada. A lo mejor se olvidaron de cobrarme, pero no creo, estuve todo el tiempo sentado en el bar (el lugar estaba lleno y llegué justo sobre la hora), hablé con un par de los camareros (que me conocen bastante bien), nunca me faltó la cerveza, tuve a mi lado un plato con mi propia picada, así que lo único que me queda pensar (y me gusta pensar) es que no me cobraron porque soy algo así como un amigo de la casa.
No se pierdan la próxima, que parece que va a ser el 17 de abril, y en esta ocasión se van a presentar dos nuevas cervezas de la cervecería más grande y legendaria de la República Checa.
Nos vemos
MAX
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