Svijanský rytíř está ubicado en una callecita ahí nomás de Letná, casi escondido. No es difícil llegar, pero hay que saber dónde está. Y vale la pena encontrarlo.
Como lo encontré: Fue hace ya más de dos años. Tenía a la vuelta un cliente, y un día de bastante calor llegué por la zona demasiado temprano. Caminando despacio por la calle que rodea Letensky Tunel, miro a mi izquierda antes de cruzar y noto un logotipo que no conocía, como tenía mucho tiempo, decidí ir a inspeccionar, y resulta que era el logo de la cervecería Svijany, cuyo producto aún no conocía. Entré y pedí una cerveza, dvanátcka. Fue como una epifanía. Decidí que esa no sería la primera vez que iría allí. Poco tiempo después, probé ir a almorzar, y la comida me gustó mucho. Y aún me pueden encontrar casi todos los viernes almorzando en esta perdida y linda hospoda.
El lugar: Svijanský rytíř es un “semi-sótano”. Luego de bajar unos escalones uno se encuentra con un bar nada del otro mundo. A la derecha se puede entrar a uno de los tres salones de la hospoda. Decorados de manera muy simple, con las paredes pintadas de un color claro. El mobiliario consiste de mesas y sillas de madera bien maciza, con un diseño algo rústico. Son grandes, pesadas y muy confortables, y no son muchas. Una de las tantas cosas que me gustan de esta hospoda es que hay bastante espacio entre las grandes mesas, lo cual le da a uno más sensación de comodidad.
El servicio: Para aquel que va por primera vez, puede resultar algo frío, sin embargo eficiente y rápido. Eso es, a menos que uno esté en el salón del fondo durante un día ocupado. Yo hace tiempo que voy, y la mayoría de las camareras sabe qué tomo, y me saludan con una sonrisa
La comida: Es muy, muy buena. Para un lugar de este tipo, que no dice demasiado a primera vista, la calidad de los platos puede resultar sorprendente. Pero el chef, que es un tipo bastante simpático, se preocupa por la calidad de los ingredientes y por preparar en algunos casos, platos bastante originales e interesantes. Incluso la pasta, que suele ser un problema en muchas hospodas, se defiende bastante bien. Tienen también un interesante menú para el almuerzo, con una excelente variedad de opciones, desde česká klásika (lo cual a decir verdad no es la especialidad de la casa, aunque debo hacer notar que los knedlíky son caseros), hasta filets de ciervo o canguro a la parrilla, pasando por pescado y ensaldas más que interesantes. También tienen una de las mejores sopas de ajo que he probado. Una bomba que le podría dar energías a un muerto.
La cerveza: Desde aquel primer día, la marca Svijany se convirtió en mi favorita. Casi podría decir que es gracias a ella que empecé a sumergirme en el fascinante mundo de las cervecerías independientes. Sirven casi toda la línea. Desde la rica y refrescante Svijanský Máz 11°, hasta la potente y deliciosa Baron 15°; pasando, claro, por mi cerveza favorita Kvasničák 12,5°, una cerveza sin filtrar, con levaduras vivas y toques de naranja en su maravilloso y refrescante sabor. Toda la línea de Svijany es nepasterované (sin pasteurizar), así que cada una de las cervezas es distinta, con su propia personalidad. Me gusta tanto esta marca que es la que tomo en casa, en su encarnación Svijanský Rytíř 12°, mi cerveza favorita en botella.
En síntesis, un lugar que me gusta mucho, no sólo por la cerveza, sino también por la comida. Un lugar muy lindo para ir y sentarse con amigos, o ir a comer con su pareja. Un lugar enormemente popular con la gente del barrio, tanto que puede darse el lujo de permanecer cerrado los fines de semana. Bueno, nadie es perfecto......
Svijanský rytíř
Jirečkova 1014/13
170 00 Praha-Holešovice
Como lo encontré: Fue hace ya más de dos años. Tenía a la vuelta un cliente, y un día de bastante calor llegué por la zona demasiado temprano. Caminando despacio por la calle que rodea Letensky Tunel, miro a mi izquierda antes de cruzar y noto un logotipo que no conocía, como tenía mucho tiempo, decidí ir a inspeccionar, y resulta que era el logo de la cervecería Svijany, cuyo producto aún no conocía. Entré y pedí una cerveza, dvanátcka. Fue como una epifanía. Decidí que esa no sería la primera vez que iría allí. Poco tiempo después, probé ir a almorzar, y la comida me gustó mucho. Y aún me pueden encontrar casi todos los viernes almorzando en esta perdida y linda hospoda.
El lugar: Svijanský rytíř es un “semi-sótano”. Luego de bajar unos escalones uno se encuentra con un bar nada del otro mundo. A la derecha se puede entrar a uno de los tres salones de la hospoda. Decorados de manera muy simple, con las paredes pintadas de un color claro. El mobiliario consiste de mesas y sillas de madera bien maciza, con un diseño algo rústico. Son grandes, pesadas y muy confortables, y no son muchas. Una de las tantas cosas que me gustan de esta hospoda es que hay bastante espacio entre las grandes mesas, lo cual le da a uno más sensación de comodidad.
El servicio: Para aquel que va por primera vez, puede resultar algo frío, sin embargo eficiente y rápido. Eso es, a menos que uno esté en el salón del fondo durante un día ocupado. Yo hace tiempo que voy, y la mayoría de las camareras sabe qué tomo, y me saludan con una sonrisa
La comida: Es muy, muy buena. Para un lugar de este tipo, que no dice demasiado a primera vista, la calidad de los platos puede resultar sorprendente. Pero el chef, que es un tipo bastante simpático, se preocupa por la calidad de los ingredientes y por preparar en algunos casos, platos bastante originales e interesantes. Incluso la pasta, que suele ser un problema en muchas hospodas, se defiende bastante bien. Tienen también un interesante menú para el almuerzo, con una excelente variedad de opciones, desde česká klásika (lo cual a decir verdad no es la especialidad de la casa, aunque debo hacer notar que los knedlíky son caseros), hasta filets de ciervo o canguro a la parrilla, pasando por pescado y ensaldas más que interesantes. También tienen una de las mejores sopas de ajo que he probado. Una bomba que le podría dar energías a un muerto.
La cerveza: Desde aquel primer día, la marca Svijany se convirtió en mi favorita. Casi podría decir que es gracias a ella que empecé a sumergirme en el fascinante mundo de las cervecerías independientes. Sirven casi toda la línea. Desde la rica y refrescante Svijanský Máz 11°, hasta la potente y deliciosa Baron 15°; pasando, claro, por mi cerveza favorita Kvasničák 12,5°, una cerveza sin filtrar, con levaduras vivas y toques de naranja en su maravilloso y refrescante sabor. Toda la línea de Svijany es nepasterované (sin pasteurizar), así que cada una de las cervezas es distinta, con su propia personalidad. Me gusta tanto esta marca que es la que tomo en casa, en su encarnación Svijanský Rytíř 12°, mi cerveza favorita en botella.
En síntesis, un lugar que me gusta mucho, no sólo por la cerveza, sino también por la comida. Un lugar muy lindo para ir y sentarse con amigos, o ir a comer con su pareja. Un lugar enormemente popular con la gente del barrio, tanto que puede darse el lujo de permanecer cerrado los fines de semana. Bueno, nadie es perfecto......
Svijanský rytíř
Jirečkova 1014/13
170 00 Praha-Holešovice
Fuimos a este bar para poder probar esta cerveza, y no solo nos encantó! sino que el camarero, muy majo, nos acompañó hasta una fábrica distribuidora para poder comprar una caja de esta cerveza y luego nos llevó de bares toda la noche!!! Fué la última y la mejor noche de Praga!
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