Como todos los años, cuando junio empieza, empieza el cine de verano en Strelecky Ostrov (o la Isla de los Tiradores). No creo que en el mundo exista un cine con la atmósfera de éste.
La isla está ubicada en el corazón de Praga y ofrece una vista muy especial del casco histórico de la cuidad. Es un lugar que vale la pena visitar en si mismo, que le hace a uno bajar un par de cambios y relajarse aunque no quiera, con el agregado de, durante los meses veraniegos, poder sentarse a tomar una cervecita, un helado o un cocktail, ya sea en la orilla o a la sombra y refugio de los enormes y frondosos árboles que cubren toda la isla.
El Letní Bar abre a las 12. Se pueden pedir prestados fresbees (no sé si es buena idea jugar al freesbee en una isla), petanque o badminton, o jugar al metegol (no pierdan tiempo en desafiarme, porque soy de madera terciada).
Casi todos los días a las 9.30 se exhibe una película, siempre una distinta. Para los que están de paseo o viven acá, es una buena oportunidad para poder ver, a buen precio, películas checas con subtítulos en inglés, y descubrir un cine que no se ve mucho en otros países. Muchas son estrenos relativamente recientes, algunas, grandes éxitos de taquilla, otras, algo más independiente, y otras, clásicos checos e internacionales. Los días que no hay ningun film, hay conciertos. Para planeando, lo mejor es ver el programa en la página de internet del Letní Kino.
Así que este verano déle la espalda a los espantosos multikinos en los aún más espantosos shopping y vaya a la isla. Si la película no le gusta, al menos puede darse la vuelta y disfrutar de quizás la mejor vista del Castillo de Praga o del Puente Carlos.
La isla está ubicada en el corazón de Praga y ofrece una vista muy especial del casco histórico de la cuidad. Es un lugar que vale la pena visitar en si mismo, que le hace a uno bajar un par de cambios y relajarse aunque no quiera, con el agregado de, durante los meses veraniegos, poder sentarse a tomar una cervecita, un helado o un cocktail, ya sea en la orilla o a la sombra y refugio de los enormes y frondosos árboles que cubren toda la isla.
El Letní Bar abre a las 12. Se pueden pedir prestados fresbees (no sé si es buena idea jugar al freesbee en una isla), petanque o badminton, o jugar al metegol (no pierdan tiempo en desafiarme, porque soy de madera terciada).
Casi todos los días a las 9.30 se exhibe una película, siempre una distinta. Para los que están de paseo o viven acá, es una buena oportunidad para poder ver, a buen precio, películas checas con subtítulos en inglés, y descubrir un cine que no se ve mucho en otros países. Muchas son estrenos relativamente recientes, algunas, grandes éxitos de taquilla, otras, algo más independiente, y otras, clásicos checos e internacionales. Los días que no hay ningun film, hay conciertos. Para planeando, lo mejor es ver el programa en la página de internet del Letní Kino.
Así que este verano déle la espalda a los espantosos multikinos en los aún más espantosos shopping y vaya a la isla. Si la película no le gusta, al menos puede darse la vuelta y disfrutar de quizás la mejor vista del Castillo de Praga o del Puente Carlos.
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