Cuando alguien hacer algo bien, hay que reconocerlo. Hay que ser justos.
Éste es el caso de Pivovary Staropramen. Staropramen es un esclavo del conglomerado internacional InBev, sino el más grande, uno de los más grandes grupos cerveceros del mundo, dueños de muchas de las más populares marcas en muchos países.
Como sucede en muchos casos con muchos otros tipos de productos, cuando una multinacional se hace cargo de una empresa exitosa en el marco doméstico, los resultados no son buenos para los consumidores.
Pivovary Staropramen en un perfecto ejemplo de esto. Una vez que InBev se hizo cargo, la calidad de las cervezas Staropramen (que nunca fueron consideradas como muy buenas por los conocedores) empezó a decaer. Otras marcas del grupo fueron severamente degradadas, culminando con el cierre de la histórica cervecería Braník, que antaño sabia elaborar buenas cervezas.
La devaluación en la calidad de las cerveza Staropramen es algo que he podido experimentar en los cinco años que llevo viviendo aquí. Antes, para mí era una cerveza que, si bien nunca fue de mis favoritas, se dejaba tomar si uno iba a los lugares adecuados. En el presente, sin embargo, ni en esos lugares se puede tomar. Es una cerveza que evito. Curiosamente, esta caida en la calidad del producto coincidió con el crecimiento en la promoción de Stella Artois, otra marca de InBev. Una cerveza de marca belga, elaborada en Eslovaquia, más que mediocre, absolutamente sin ningún tipo de carácter, que los inescrupulosos de InBev intentan vender como una cerveza Premium y que lamentablemente, muchos consumidores compran pensando que lo es.
Pero aún este tipo de gente puede hacer algo bien, y justo de éso me gustaría hablar.
Han lanzado recientemente al mercado el CoolKeg. Un barril de 20l autorefrigerante. Sí, leyeron bien, un barril de cerveza de 20l que no necesita ningún medio externo para enfríar la cerveza. No es magia, el sistema aprovecha las cualidades naturales de un mineral llamado zeolite. Este mineral se encuentra en uno de los compartimientos que revisten la parte interna del barril y naturalmente absorve el agua en otro compartimiento. Durante este proceso el zeolite libera el vapor del agua logrando entonces que ésta se congele, lo cual refrigera la cerveza contenida en el barril hasta temperatura de 5°C. El mecanismo se activa sólo con levantar una pestaña en la parte superior del barril. Según Staropramen en 12 minutos la cerveza ha tomado su temperatura, la cual se mantiene hasta por una hora.
Cuántos hemos sido los que hemos querido hacer una fiesta en el jardín, o en algún otro lugar al aire libre, con cerveza tirada, pero que al ver la logística y los costos que significa refrigerar y mantener refrigerado un barril de 20l sabiamente decidimos comprar botellas. Ahora sólo basta con ir a cualquiera de los puntos de venta del CoolKeg, pagar el depósito de 1500Kc (el cual es reembolsado una vez que retornamos el barril) y listo. Tenemos que esperar 12 minutos, y ya tenemos cerveza fresca, recién tirada.
Claro que todavía habría que solucionar un punto muy importante. La cerveza. La idea, es brillante, Staropramen, por otro lado.... Esperemos que pronto otras cervecerías, con mejor producto, adopten la idea.
Si quieren ver cómo es el barril, visiten esta página (en checo).
Éste es el caso de Pivovary Staropramen. Staropramen es un esclavo del conglomerado internacional InBev, sino el más grande, uno de los más grandes grupos cerveceros del mundo, dueños de muchas de las más populares marcas en muchos países.
Como sucede en muchos casos con muchos otros tipos de productos, cuando una multinacional se hace cargo de una empresa exitosa en el marco doméstico, los resultados no son buenos para los consumidores.
Pivovary Staropramen en un perfecto ejemplo de esto. Una vez que InBev se hizo cargo, la calidad de las cervezas Staropramen (que nunca fueron consideradas como muy buenas por los conocedores) empezó a decaer. Otras marcas del grupo fueron severamente degradadas, culminando con el cierre de la histórica cervecería Braník, que antaño sabia elaborar buenas cervezas.
La devaluación en la calidad de las cerveza Staropramen es algo que he podido experimentar en los cinco años que llevo viviendo aquí. Antes, para mí era una cerveza que, si bien nunca fue de mis favoritas, se dejaba tomar si uno iba a los lugares adecuados. En el presente, sin embargo, ni en esos lugares se puede tomar. Es una cerveza que evito. Curiosamente, esta caida en la calidad del producto coincidió con el crecimiento en la promoción de Stella Artois, otra marca de InBev. Una cerveza de marca belga, elaborada en Eslovaquia, más que mediocre, absolutamente sin ningún tipo de carácter, que los inescrupulosos de InBev intentan vender como una cerveza Premium y que lamentablemente, muchos consumidores compran pensando que lo es.
Pero aún este tipo de gente puede hacer algo bien, y justo de éso me gustaría hablar.
Han lanzado recientemente al mercado el CoolKeg. Un barril de 20l autorefrigerante. Sí, leyeron bien, un barril de cerveza de 20l que no necesita ningún medio externo para enfríar la cerveza. No es magia, el sistema aprovecha las cualidades naturales de un mineral llamado zeolite. Este mineral se encuentra en uno de los compartimientos que revisten la parte interna del barril y naturalmente absorve el agua en otro compartimiento. Durante este proceso el zeolite libera el vapor del agua logrando entonces que ésta se congele, lo cual refrigera la cerveza contenida en el barril hasta temperatura de 5°C. El mecanismo se activa sólo con levantar una pestaña en la parte superior del barril. Según Staropramen en 12 minutos la cerveza ha tomado su temperatura, la cual se mantiene hasta por una hora.
Cuántos hemos sido los que hemos querido hacer una fiesta en el jardín, o en algún otro lugar al aire libre, con cerveza tirada, pero que al ver la logística y los costos que significa refrigerar y mantener refrigerado un barril de 20l sabiamente decidimos comprar botellas. Ahora sólo basta con ir a cualquiera de los puntos de venta del CoolKeg, pagar el depósito de 1500Kc (el cual es reembolsado una vez que retornamos el barril) y listo. Tenemos que esperar 12 minutos, y ya tenemos cerveza fresca, recién tirada.
Claro que todavía habría que solucionar un punto muy importante. La cerveza. La idea, es brillante, Staropramen, por otro lado.... Esperemos que pronto otras cervecerías, con mejor producto, adopten la idea.
Si quieren ver cómo es el barril, visiten esta página (en checo).
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderBorrarExcelente idea!! Lastima la calidad de la cerveza... todavia no probe la Staropramen, pensaba que era buena, me ahorraste la decepcion. :)
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