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Si hizo esperar, pero sin mucha fanfarria al fin abrió Bašta - Sousedský Pivovar u Bansethů (el pivovar del barrio U u Bansethů). Al lado de la legendaria hospoda u Bansethů, una de las favoritas del escritor Jarolsav Hášek, el creador del Soldado Švejk, y justo frente al pintoresco edificio del ayuntamiento de Nusle.
Evan me avisó sobre su apertura y me recomendó que lo vistara, así que en cuanto tuve la oportunidad me tomé el tranvía 18 hasta la parada Nuselská Radnice y hasta allí fui.
De hecho llegué un rato temprano, Bašta no abre sino hasta las 15, así que me fui a u Bansethů a matar el tiempo mientras me tomaba una Pilsner Urquell tanková, de lo cual me arrepentiría un poco luego.
El lugar es muy chico y todavía huele a nuevo, pero la atmósfera que pronto tendrá ya se empieza a sentir. Lo que nos recibe es un salón angosto con mesas sólo a la izquierda, a la derecha, justo al lado de la puerta, se pueden ver los alambiques y los fermentadores, vision celestial si las hay.
A pesar de que es la sección fumadores, no pude evitar sentarme en una de las primeras mesas para tener una buena vista del pivovar. La primera cerveza no se hizo esperar. Una polotmavé de esas que se están multiplicando en el mercado checo, con lindos y dulces aromas tostados, bien frescos. Muy lindo cuerpo, casi sedoso de notas frutales que al final dejan paso a un casi sorpresivo lúpulo que no se había dejado notar mucho hasta entonces, exquisita.
Le siguió la Bavorské 13°, la otra cerveza que estaban sirviendo ese día. El color es casi igual a la anterior, pero mientras más opaca, la polotmavé refleja la luz generando destellos ocres, la bavorské la absorve. El sabor también es más dulce y corpulenta, me hizo acordar un poco a algunas tortas caseras, menos el azúcar. Simplemente maravillosa.
Tan temprano a la tarde no había demasiada gente, pero la poca que estaba disfrutando de estas dos casi boras de arte parecían ser gente que sabía apreciar lo que tenía en el vaso. De hecho, pronto me puse a hablar con un tipo en la mesa vecina y por casi una hora estuvimos compartiendo historias y relatando experiencias cerveceras, mientras le dábamos con un palo a Staropramen y Gambrinus.
Por más que me hubiese gustado, no me pude quedar demasiado, pero tenía que volver, tenía ganas de probar algunos de los snacks listados en el pizarrón que hace las veces de menú.
No tardé mucho en volver, esta vez con mi media naranja. En una desagradable tarde de sábado la llevé con la excusa de que iba a poder probar un camembert asado que tenía linda pinta. Amante de los quesos, estuvo más que feliz en acompañarme.
Lamentablemente la gloriosa bavorské ya no estaba en la oferta, pero sí había una světlý ležák, la cual pedí.
Me sorprendió ver el color. Esperaba una golden lager al estilo Pivovarský Dum o Richter, lo que me encontré en el vaso era una cerveza que creo que en cualquier otro lugar del mundo sería catalogada como polotmavé. Se lo comenté al camarero y me confirmó que era una světlý ležák, al compararla con la polotmavé que mi mujer había pedido sí se notaba una diferencia en el color, pero no por muchos tonos.
Sea del color que sea, la cerveza me pareció muy buena, más frutas y casi nada de tostado en su aroma y más hierbas y amargor en sus sabores, muy linda, muy fresca y refrescante, muy rica.
Nos pedimos cada uno un snack, utopenec para mí, y el prometido camembert asado para la señora. La utopenec es un clásico de la culinaria de cervecería checa, la salchica regordeta en escabeche con mucho vinagre, se sirve en un plato cubierta con cebolla del mismo origen, no es algo muy atractivo a la vista, pero sí al paladar cuando está bien preparada. En Bašta le han encontrado una vuelta muy novedosa a la hora de servir lo que aqui se llama staroprazšé vřstý na octe (salchichas en vinagre de la vieja Praga), en lugar de traerlas en un plato, las traen en un frasco para conservas conteniendo la salchica, cebolla, pickles y una guindilla. Para comerlo, claro, hay que sacarlo del frasco y simplemente cortarlo sobre la tablita de madera que hace las veces de plato. Lo mejor es que se puede mojar el pancito en el escabeche que queda en el frasco, muy rico.
El "camembert" asado no se quedó atrás tampoco. También con una presentación bastante interesante, lo traen en una cazuelita de cerámica en la cual fue asado en una salsita cuyos ingredientes no pude identificar. Al queso casi derretido lo coronan con ajo picado bien grueso que le da al plato un interesante punch. Además de que los dos pochoutky estuvieron bastante ricos, lo mejor fue que cada uno se llevó de maravillas con las cervezas que habíamos elegido. Por otro lado, cabe advertir que ninguna de las dos selecciones son muy adecuadas durante o antes de una cita romántica por motivos más que evidentes.
Cabe también destacar el precio de las cervezas, 25Kc el medio litro, lo cual lo hace el brewpub más barato en Praga, mientras que la Pilsner Urquell al lado cuesta 30Kc.
Bienvenida este nuevo pivovar en Praga, espero poder visitarlo y probar las otras dos cervezas escritas en el pizzarrón, una pšeničné (que según he oido es excelente) y una tmavé speciál. Ahora, la bavorské que me deleitó en mi primera visita no estaba en el pizarrón, lo cual me hace pensar, sino soñar, con que Pivovar Bašta se convierta en algo parecido a Pivovar U Bulovky, que constantemente rota las cervezas que sirve dejando una o dos como permanentes. Sea o no así, Pivovar Bašta seguro me tendrá entre sus clientes regulares.
Se los recomiendo, puede que parezca lejos, pero está cerca del centro y completamente a salvo de los rebaños. 15min en el tranvía 18 desde Národní Divadlo, o menos de diez minutos con el tranvía 11 desde Muzeum hasta Náměstí bratří Synků y después caminar unos metros cuesta arriba. Una sola advertencia, si es que se puede llamar así, la oferta de bebidas sin alcohol es más que limitada (sólo un par de jugos y bebidas gaseosas, todos a 28Kc) y al menos hasta el otro día, no servían bebidas calientes, qué macana, hay que tomar solamente cerveza, qué crueldad!
Pivovar Bašta
Táborská 49
140 00 Praha 4–Nusle
Tel.: +420 261 222 530
www.ubansethu.cz
Si hizo esperar, pero sin mucha fanfarria al fin abrió Bašta - Sousedský Pivovar u Bansethů (el pivovar del barrio U u Bansethů). Al lado de la legendaria hospoda u Bansethů, una de las favoritas del escritor Jarolsav Hášek, el creador del Soldado Švejk, y justo frente al pintoresco edificio del ayuntamiento de Nusle.
Evan me avisó sobre su apertura y me recomendó que lo vistara, así que en cuanto tuve la oportunidad me tomé el tranvía 18 hasta la parada Nuselská Radnice y hasta allí fui.
De hecho llegué un rato temprano, Bašta no abre sino hasta las 15, así que me fui a u Bansethů a matar el tiempo mientras me tomaba una Pilsner Urquell tanková, de lo cual me arrepentiría un poco luego.
El lugar es muy chico y todavía huele a nuevo, pero la atmósfera que pronto tendrá ya se empieza a sentir. Lo que nos recibe es un salón angosto con mesas sólo a la izquierda, a la derecha, justo al lado de la puerta, se pueden ver los alambiques y los fermentadores, vision celestial si las hay.
A pesar de que es la sección fumadores, no pude evitar sentarme en una de las primeras mesas para tener una buena vista del pivovar. La primera cerveza no se hizo esperar. Una polotmavé de esas que se están multiplicando en el mercado checo, con lindos y dulces aromas tostados, bien frescos. Muy lindo cuerpo, casi sedoso de notas frutales que al final dejan paso a un casi sorpresivo lúpulo que no se había dejado notar mucho hasta entonces, exquisita.
Le siguió la Bavorské 13°, la otra cerveza que estaban sirviendo ese día. El color es casi igual a la anterior, pero mientras más opaca, la polotmavé refleja la luz generando destellos ocres, la bavorské la absorve. El sabor también es más dulce y corpulenta, me hizo acordar un poco a algunas tortas caseras, menos el azúcar. Simplemente maravillosa.
Tan temprano a la tarde no había demasiada gente, pero la poca que estaba disfrutando de estas dos casi boras de arte parecían ser gente que sabía apreciar lo que tenía en el vaso. De hecho, pronto me puse a hablar con un tipo en la mesa vecina y por casi una hora estuvimos compartiendo historias y relatando experiencias cerveceras, mientras le dábamos con un palo a Staropramen y Gambrinus.
Por más que me hubiese gustado, no me pude quedar demasiado, pero tenía que volver, tenía ganas de probar algunos de los snacks listados en el pizarrón que hace las veces de menú.
No tardé mucho en volver, esta vez con mi media naranja. En una desagradable tarde de sábado la llevé con la excusa de que iba a poder probar un camembert asado que tenía linda pinta. Amante de los quesos, estuvo más que feliz en acompañarme.
Lamentablemente la gloriosa bavorské ya no estaba en la oferta, pero sí había una světlý ležák, la cual pedí.
Me sorprendió ver el color. Esperaba una golden lager al estilo Pivovarský Dum o Richter, lo que me encontré en el vaso era una cerveza que creo que en cualquier otro lugar del mundo sería catalogada como polotmavé. Se lo comenté al camarero y me confirmó que era una světlý ležák, al compararla con la polotmavé que mi mujer había pedido sí se notaba una diferencia en el color, pero no por muchos tonos.
Sea del color que sea, la cerveza me pareció muy buena, más frutas y casi nada de tostado en su aroma y más hierbas y amargor en sus sabores, muy linda, muy fresca y refrescante, muy rica.
Nos pedimos cada uno un snack, utopenec para mí, y el prometido camembert asado para la señora. La utopenec es un clásico de la culinaria de cervecería checa, la salchica regordeta en escabeche con mucho vinagre, se sirve en un plato cubierta con cebolla del mismo origen, no es algo muy atractivo a la vista, pero sí al paladar cuando está bien preparada. En Bašta le han encontrado una vuelta muy novedosa a la hora de servir lo que aqui se llama staroprazšé vřstý na octe (salchichas en vinagre de la vieja Praga), en lugar de traerlas en un plato, las traen en un frasco para conservas conteniendo la salchica, cebolla, pickles y una guindilla. Para comerlo, claro, hay que sacarlo del frasco y simplemente cortarlo sobre la tablita de madera que hace las veces de plato. Lo mejor es que se puede mojar el pancito en el escabeche que queda en el frasco, muy rico.
El "camembert" asado no se quedó atrás tampoco. También con una presentación bastante interesante, lo traen en una cazuelita de cerámica en la cual fue asado en una salsita cuyos ingredientes no pude identificar. Al queso casi derretido lo coronan con ajo picado bien grueso que le da al plato un interesante punch. Además de que los dos pochoutky estuvieron bastante ricos, lo mejor fue que cada uno se llevó de maravillas con las cervezas que habíamos elegido. Por otro lado, cabe advertir que ninguna de las dos selecciones son muy adecuadas durante o antes de una cita romántica por motivos más que evidentes.
Cabe también destacar el precio de las cervezas, 25Kc el medio litro, lo cual lo hace el brewpub más barato en Praga, mientras que la Pilsner Urquell al lado cuesta 30Kc.
Bienvenida este nuevo pivovar en Praga, espero poder visitarlo y probar las otras dos cervezas escritas en el pizzarrón, una pšeničné (que según he oido es excelente) y una tmavé speciál. Ahora, la bavorské que me deleitó en mi primera visita no estaba en el pizarrón, lo cual me hace pensar, sino soñar, con que Pivovar Bašta se convierta en algo parecido a Pivovar U Bulovky, que constantemente rota las cervezas que sirve dejando una o dos como permanentes. Sea o no así, Pivovar Bašta seguro me tendrá entre sus clientes regulares.
Se los recomiendo, puede que parezca lejos, pero está cerca del centro y completamente a salvo de los rebaños. 15min en el tranvía 18 desde Národní Divadlo, o menos de diez minutos con el tranvía 11 desde Muzeum hasta Náměstí bratří Synků y después caminar unos metros cuesta arriba. Una sola advertencia, si es que se puede llamar así, la oferta de bebidas sin alcohol es más que limitada (sólo un par de jugos y bebidas gaseosas, todos a 28Kc) y al menos hasta el otro día, no servían bebidas calientes, qué macana, hay que tomar solamente cerveza, qué crueldad!
Pivovar Bašta
Táborská 49
140 00 Praha 4–Nusle
Tel.: +420 261 222 530
www.ubansethu.cz
Hace unos años estuve en Praga, que pena no haver visto este blog antes, no sali del casco viejo y me bebi mucha cerveza, pero no sabia de micros y estas cosas, por las noches iba siempre a conciertos de jazz, si vuelvo ire a visitar estos sitios de los que hablas.Me gusta mucho tu blog, te felicito.
ResponderBorrarCuánto habrá que esperar aquí para que se abrán bares como ese.
ResponderBorrarEl queso me hizo recordar uno que prepara mi mamá, sin tiempo al microonda, con algo de tiempo al horno...camembert, oregano y ajo seco en tiritas o rodajas, un toque de salsa de soya y un poquito de coñac, se derrite un poco por dentro pero la cáscara queda dura...uff queda ríquisimo.
Cafe Plaza,
ResponderBorrarEspero que puedas volver pronto a Praga para ir a éste y otros de los lugares de los que hablo.
Catador,
acá hay un queso parecido al brie que se llama Hermelín. Cuando quiero hacer una cena rápida, pongo un poco de manteca en una sartén de teflón y cuando está caliente pongo este queso minuto y medio de cada lado. Lo comemos con ensalada y está muy bueno.
Hola, mira estoy buscando algún sitio para comprar cristaleria cervecera en Praga, puesto que tengo previsto hacer un viaje a finales de Febrero. No me interesan las típicas jarras de souvenirs, sino de marcas cerveceras. Como sólo estoy 2 días y quiero ir a tiro hecho. Conoces algún sitio?
ResponderBorrarComo podrás imaginar soy un amanate y coleccionista de cerveza( más de 500 piezas de cristal)y me ha encantado tus comentarios sobre el saboreo de cervezas.
Bueno pues gracias por "escuharme"
Hay dos sitios que te puedo recomendar. Uno es el museo cervecero en el sótano de U Medvídku, y el otro es Pivní Galerie, que está más lejos del centro, pero tiene una selección más interesante. Ambos los podés encontrar bajo la etiqueta compras en este blog.
ResponderBorrarHojala puediera volver pronto por alli, me lo pase muy bien.Yo paso por la sarten un queso de cabra de rulo que suelo tener aqui , lo como con una tosta de pan y es simple pero esta buenisimo.
ResponderBorrarAhora sí que estoy convencido: el siguiente viaje a Chequia. A ver si este verano puedo hacer una escapada y me planto allá. Antes, por supuesto, me empaparé de todas estas entrada y realizaré una lista exhaustiva de "cervezas que no debo olvidar".
ResponderBorrarUn saludo y encantado de formar parte de la red cervecera.
Salud-os a todos.
Hola! vamos un grupo de 8 amigos a Praga el jueves proximo. Alguien podria recomendarnos donde comer y donde ir a tomar una copa. Muchas gracias!
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