Merece la pena contar cómo llegaron a mis manos un par de muestras de Alhambra Reserva 1925 antes de ponerme a relatar mis notas de cata. Lo he dicho varias veces, una de las cosas más lindas de blogear es el intercambio. Fracisco y Bea, de Granada, lectores de mi blog, que me encontraron gracias al foro Los Viajeros se pusieron en contacto para hacerme una oferta más que sorprendente. Debido a un problema de salud de la gente que los iba a acompañar se quedaron colgados con dos boletos para la ópera que no pudieron devolver y decidieron darles uso invitándonos a mi y a mi esposa a que los acompañemos. Bruto como soy, nunca había ido a la Ópera (a pesar de vivir 6 años en una cuidad donde hay varias funciones de ópera todos los días), pero tenía curiosidad. Así que no dudé en aceptar la invitación. Para hacerla corta, la pasamos bomba. Fuimos a cenar al Klub con Francisco y Bea el día anterior y nos parecieron muy simpáticos. La Ópera que vimos fue La Traviata. Debo decir que me gustó
Una exploración de la más divina de las bebidas