Ir al contenido principal

Inagurando

El Champagne (o kava o sekt, depende de qué país sea) es la bebida elegida para celebrar eventos importantes. Pocos eventos son más importantes para na persona que el haberse mudado a la primera casa propia, con todo lo que ello implica, expectativas, nervios, alivio, cansansio y alegría.
El problema es que yo soy cervecero de ley y tenía ganas de brindar con una cerveza especial, pero a la vez, conservar ciertas tradiciones. Así es que decidí tomar champagne y cerveza al mismo tiempo. No, no, no! No se asusten, no hice ninguna mezcla extraña en el vaso.
Unos meses atrás, mientras almorzaba con un amigo en Pivovarský Klub, Robert se me acercó con una bolsa negra ofreciéndome algo especial a un precio bastante rebajado. Deus, Brut de Fladres, una Bière de Champagne.
No es ningún truco de marketing. Esta ale belga es elaborada por Bosteels Brewery (los mismos de la conocida Kwak). Luego de un proceso de elaboración normal normal, la cerveza es enviada a la región francesa de Champagne donde se embotella y se le agregan las famosas levaduras de champagne para luego ser sometida al mundialmente famoso método para elaborar vinos espumantes.
Con una cerveza tan especial (y bastante cara), las expectativas eran más que altas. Su elegante botella es indistinguible a la de un vino espumante de los buenos. Al descorchar esta cuvée prestige 2006 oimos el característico POP! que significa celebración en todos los idiomas.
De un dorado intenso, al servirla forma una espuma bien tipo champagne que amaga a disiparse rápidamente, pero se mantiene. Su carbonación es igual a la del vino espumante. Al acercar la nariz sentí duraznos bien maduros, con interesantes notas de menta y algo de especias. Ver la palabra brut en la etiqueta me hizo esperar algo más seco, pero en realidad se trata de una cerveza muy frutal, pero sin llegar a ser demasiado. Predominan las manzanas dulces ahora junto con uvas y notas herbales (más que nada menta suave). El final es largo pero delicado y deja un agradable y sutil gusto a piña que invita a tomar otro trago. El único detalle que opaca esta interesante cerveza es el alcohol que se siente demasiado al exhalar luego de un trago y también un poco en el aroma. Creo, sin emargo, que con un poco más de tiempo en botella éste se integraría mejor.
Deus, Brut de Fladres es una sobresaliente cerveza, que a pesar de sus 11.6%ABV (y el problemita de la integración) se deja tomar muy bien. Es como una amante experimentada sutil y delicada, pero a la vez con mucho carácter y sabe hacer bien las cosas.
Excelente para la tarta de queso y ahumados que fue nuestra cena, y excelente para sentarse a degustar y excelente para compartir con alguien especial.
Na Zdraví!

Comentarios