Skanzen está demasiado cerca de mi favorito Pivovarský Klub, lo que hace que muchas veces me olvide de él.
Es un lugar algo raro. Prácticamente frente a la estación de metro Florenc y ubicado en un sotano bien profundo (nunca le presto atención a mi móbil cuando como, pero no me sorprendería si no tuviese señal a tal profundidad). Luego de decender un par de pisos por una escalera decorada con historietas en checo nos encontramos con una pared. Sobre ella podemos ver unos carteles que nos indican la dirección hacia el bar (derecha) y hacia el salón (izquierda). El primero está dividido en un par de sectores anexos al bar. El mobiliario tiene pinta de barato y no muy cómodo, más para jardín que para sótano y sus paredes están decoradas con más historietas en checo y algunos interesantes grabados y fotos (además de la casi obligatoria colección de cachivaches y botellas viejas). El otro es un ambiente bastante grande con mesas y bancos típicos de un jardín cervecero, y dominado por una pantalla donde se pasan deportes o videos musicales. Un buen lugar para sentarse a tomar muchas cervezas con amigos.
En verano ponen unas mesas en el patio a nivel de la calle. Allí se puede ver algo que a veces me hace sentir un poco raro. Una placa indicando el nivel que alcanzó el agua el 14 de agosto de 2002 (más de dos metros), el día pico de la inundación más grande que sufrió Praga. Toda la zona de Florenc y Karlín fue devastada por las aguas del Vltava, que se encuentra a unos 500m del lugar. Desde entonces la tragedia no se ha repetido, y lo único que ha estado creciendo son edificios de oficinas. Pero recuerdos como éste, me ponen a pensar si ésa es tan buena idea. Pero por el momento está seco y, en un acto de sabiduria casi sin precendentes, tiene un camarero asignado exclusivamente al espacio con un tirador portátil y los respectivos barriles para que no tenga que matarse subiendo y bajando cada vez que alguien quiere una cerveza.
La comida de Skanzen es servicial. Nada del otro mundo, sin pretensiones, pero se deja comer bastante bien, y a veces la cocina puede sacar cosas muy ricas. Los precios son más que moderados. Durante el almuerzo esta hospoda es relativamente popular con los esclavos de las oficinas linderas y más tarde con gente ruidosa que quiere pasarla bien tomando buena cerveza.
Porque la cerveza es muy buena. Tres de la familia de Bernard se tiran con la kvansicové apareciendo como invitada de tanto en tanto. Y que ricas que son todas, cada una en su categoría se encuentran entre las mejores. La sorprendentemente maltosa y amarga 10° (22Kc/0.5l), una gran cerveza de sesión y tremendamente refrescante; la 12°(27Kc) tan buena como una Pilsner Urquell tanková, pero con mucho menos alboroto; y la černé 13° (28Kc) con todo su sabor y matices tostados y acaramelados, ideal para acompañar platos a la parrilla o carnes asadas.
Skanzen no es un lugar para una cena romántica, tampoco para sentarse a tener una conversación seria. Es para sentarse a tomar cerveza y pasarla bien sin prestarle demasiada atención al entorno.
Restaurace Skanzen
Sokolovská 352/23
186 00 Praha-Karlín
Es un lugar algo raro. Prácticamente frente a la estación de metro Florenc y ubicado en un sotano bien profundo (nunca le presto atención a mi móbil cuando como, pero no me sorprendería si no tuviese señal a tal profundidad). Luego de decender un par de pisos por una escalera decorada con historietas en checo nos encontramos con una pared. Sobre ella podemos ver unos carteles que nos indican la dirección hacia el bar (derecha) y hacia el salón (izquierda). El primero está dividido en un par de sectores anexos al bar. El mobiliario tiene pinta de barato y no muy cómodo, más para jardín que para sótano y sus paredes están decoradas con más historietas en checo y algunos interesantes grabados y fotos (además de la casi obligatoria colección de cachivaches y botellas viejas). El otro es un ambiente bastante grande con mesas y bancos típicos de un jardín cervecero, y dominado por una pantalla donde se pasan deportes o videos musicales. Un buen lugar para sentarse a tomar muchas cervezas con amigos.
En verano ponen unas mesas en el patio a nivel de la calle. Allí se puede ver algo que a veces me hace sentir un poco raro. Una placa indicando el nivel que alcanzó el agua el 14 de agosto de 2002 (más de dos metros), el día pico de la inundación más grande que sufrió Praga. Toda la zona de Florenc y Karlín fue devastada por las aguas del Vltava, que se encuentra a unos 500m del lugar. Desde entonces la tragedia no se ha repetido, y lo único que ha estado creciendo son edificios de oficinas. Pero recuerdos como éste, me ponen a pensar si ésa es tan buena idea. Pero por el momento está seco y, en un acto de sabiduria casi sin precendentes, tiene un camarero asignado exclusivamente al espacio con un tirador portátil y los respectivos barriles para que no tenga que matarse subiendo y bajando cada vez que alguien quiere una cerveza.
La comida de Skanzen es servicial. Nada del otro mundo, sin pretensiones, pero se deja comer bastante bien, y a veces la cocina puede sacar cosas muy ricas. Los precios son más que moderados. Durante el almuerzo esta hospoda es relativamente popular con los esclavos de las oficinas linderas y más tarde con gente ruidosa que quiere pasarla bien tomando buena cerveza.
Porque la cerveza es muy buena. Tres de la familia de Bernard se tiran con la kvansicové apareciendo como invitada de tanto en tanto. Y que ricas que son todas, cada una en su categoría se encuentran entre las mejores. La sorprendentemente maltosa y amarga 10° (22Kc/0.5l), una gran cerveza de sesión y tremendamente refrescante; la 12°(27Kc) tan buena como una Pilsner Urquell tanková, pero con mucho menos alboroto; y la černé 13° (28Kc) con todo su sabor y matices tostados y acaramelados, ideal para acompañar platos a la parrilla o carnes asadas.
Skanzen no es un lugar para una cena romántica, tampoco para sentarse a tener una conversación seria. Es para sentarse a tomar cerveza y pasarla bien sin prestarle demasiada atención al entorno.
Restaurace Skanzen
Sokolovská 352/23
186 00 Praha-Karlín
Hola Pivní,
ResponderBorrarQueria hacerte unas preguntas, unos amigos van a viajar a la Rep. Checa proximamente y queria preguntarte si ¿Les sera complicado econtrar una Svijasnký Rytír para que me la traigan para probarla? ¿Se encuentra en cualquier parte? Como cuanto cuesta un botellin? Espero contestacion, bien por aqui o si quieres en mi blog. Recibe un saludo y gracias por adelantado.
No la van a poder conseguir en supermercados, pero sí si van a Pivovarský Klub o Pivní Galerie (y creo que también la venden en Galerie Piva en el centro), pero si se pueden poner en contacto conmigo y podemos arreglar un encuentro rápido, te puedo hacer llegar una botella de las que tengo en casa...
ResponderBorrarTe agradezco mucho tu ofrecimiento, pero se que van con poco tiempo y tampoco tengo muy claro que días estaran por alli. Así que les he dicho que me traigan cualquiera.
ResponderBorrarGracias de nuevo.
Ok. Entonces deciles que te traigan Bernard, o algo de Primátor. Esas casi seguro las van a encontrar en cualquier supermercado más o menos grande.
ResponderBorrarGracias, ya te contare.
ResponderBorrarSaludos cerveceros.