Tal como los dos años anteriores, la gente de Sdružení Přátel Piva tuvo la amabilidad de invitarme a su entrega anual de premios, que es más que nada, una ocasión para juntarse a tomar unas cervezas con amigos y conocidos.
Este año se llevó a cabo en el Pivovar Strahov. Parece que, como esta vez no había que viajar, fueron muchos más que de costumbre los que asistieron. Llegué a las 11 y el salón de abajo ya estaba lleno.
Rápidamente me hice de una cerveza (Budvar Dark, buena pero demasiado fría) para calmar la sed (el día estaba frío, pero había ido caminando desde Dejcivká). Me encontré con Evan Rail y mientras intercambiábamos historias de nuestras vidas familiares y saludábamos a un par de caras conocidas más se anunció que la ceremonia de entrega de premios iba a comenzar. Con una nueva cerveza en la mano (Chotěboř světlý ležák, muy buena) fui al salón de arriba, que también estaba muy lleno.
La ceremonia fue bastante amena y no se hizo demasiado larga gracias, en parte, al buen humor reinante. Los premios los voy a analizar mañana (si es que recibo el listado de los galardonados, no me molesté en tomar notas).
Una vez terminadas las formalidades la comida fue servida. Había mucha gente y la fila era bastante larga, pero por suerte se movía rápido. Lo que comí (sopa de cebollas, bramboračky, algo de fiambre, costillas de cerdo y alitas de pollo) estaba para chuparse los dedos (y no sólo metafóricamente hablando, comer con las manos era más cómodo).
Con un plato lleno en una mano y una cerveza en la otra volvimos al salón de arriba a comer más cómodos. Con Evan y su amigo Chris (un cervecero casero muy avanzado) charlamos de varias cosas, cerveza entre ellas. Más tarde se nos unió Aleš Dočkal (uno de los dueños de Pivovarský Klub) y así fueron pasando las cervezas (no, no, las horas, bueno, las cervezas también).
Si bien había mucho de donde elegir, fue muy difícil apartarse de la magnética atracción de las cervezas anfitrionas Svatý Norbert, ambas excelentes, en especial la negra, y las de U Medvídku, en perfecta forma, también. Antes de irme, cuando casi todos ya habían empacado, me tomé un vaso de Herold Wheat, la cual noté más sabrosa y especiada que las veces anteriores, algo que me puso muy contento.
Realmente la pasé genial, no sólo por la muy buena cerveza y comida, sino por la gente. Fue muy lindo poder charlar, aunque más no sea un rato, con personas que hace mucho no veía, o con gente nueva. Me puso muy contento también ser reconocido, y no como el argentino loco que viene a tomar gratarola, sino como "Pivní Filosof". Varios fueron los que me preguntaron sobre mi hija, o me felicitaron por el blog, uno de ellos, el dueño de První Pivní Tramvaj, incluso me pidió que hiciese una versión en checo del blog.
Buena comida, excelente cerveza y mejor compañia, puede un día ser mejor?
Na Zdraví!
Este año se llevó a cabo en el Pivovar Strahov. Parece que, como esta vez no había que viajar, fueron muchos más que de costumbre los que asistieron. Llegué a las 11 y el salón de abajo ya estaba lleno.
Rápidamente me hice de una cerveza (Budvar Dark, buena pero demasiado fría) para calmar la sed (el día estaba frío, pero había ido caminando desde Dejcivká). Me encontré con Evan Rail y mientras intercambiábamos historias de nuestras vidas familiares y saludábamos a un par de caras conocidas más se anunció que la ceremonia de entrega de premios iba a comenzar. Con una nueva cerveza en la mano (Chotěboř světlý ležák, muy buena) fui al salón de arriba, que también estaba muy lleno.
La ceremonia fue bastante amena y no se hizo demasiado larga gracias, en parte, al buen humor reinante. Los premios los voy a analizar mañana (si es que recibo el listado de los galardonados, no me molesté en tomar notas).
Una vez terminadas las formalidades la comida fue servida. Había mucha gente y la fila era bastante larga, pero por suerte se movía rápido. Lo que comí (sopa de cebollas, bramboračky, algo de fiambre, costillas de cerdo y alitas de pollo) estaba para chuparse los dedos (y no sólo metafóricamente hablando, comer con las manos era más cómodo).
Con un plato lleno en una mano y una cerveza en la otra volvimos al salón de arriba a comer más cómodos. Con Evan y su amigo Chris (un cervecero casero muy avanzado) charlamos de varias cosas, cerveza entre ellas. Más tarde se nos unió Aleš Dočkal (uno de los dueños de Pivovarský Klub) y así fueron pasando las cervezas (no, no, las horas, bueno, las cervezas también).
Si bien había mucho de donde elegir, fue muy difícil apartarse de la magnética atracción de las cervezas anfitrionas Svatý Norbert, ambas excelentes, en especial la negra, y las de U Medvídku, en perfecta forma, también. Antes de irme, cuando casi todos ya habían empacado, me tomé un vaso de Herold Wheat, la cual noté más sabrosa y especiada que las veces anteriores, algo que me puso muy contento.
Realmente la pasé genial, no sólo por la muy buena cerveza y comida, sino por la gente. Fue muy lindo poder charlar, aunque más no sea un rato, con personas que hace mucho no veía, o con gente nueva. Me puso muy contento también ser reconocido, y no como el argentino loco que viene a tomar gratarola, sino como "Pivní Filosof". Varios fueron los que me preguntaron sobre mi hija, o me felicitaron por el blog, uno de ellos, el dueño de První Pivní Tramvaj, incluso me pidió que hiciese una versión en checo del blog.
Buena comida, excelente cerveza y mejor compañia, puede un día ser mejor?
Na Zdraví!
Bueno ahora a ver si puedes exportar hacia 2d2espuma las Chotěboř světlý ležák y asi probarlas, que envidia me das , pero envidia sana
ResponderBorrarUn saludo