El titular de la noticia dice en checo "Pivovary založily fond, který má chránit české pivo" (Cerveceras establecen un fondo para proteger la cerveza checa"). Este fondo, cuyo slogan es "České pivo - naše pivo" (La cerveza checa, nuestra cerveza) busca proteger a la bebida nacional del "azote" de las importaciones baratas.
¡Uf! Por dónde empezar. Por los socios fundadores. Plzeňský Prazdroj, Heineken, Budvar, el Grupo PMS (Zubr, Litovel, Holba), Maltería Souffle y Český svaz pivovarů a sladoven (Asociación Checa de Cervecerías y Malterías). Cuando lo lei no pude evitar pegarme una palmada en la frente. Falta Pivovary Staropramen y estarían todos. ¿En serio esta gente quiere proteger a la cerveza checa? ¡Jatejoder!
Prazdroj elabora Gambrinus Světlý y Premium de una misma tirada a 13º Balling que después divide en dos y diluye hasta llegar a los respectivos contenidos alcohólicos.
Heineken en 2009 cerró cuatro cervecerías y las instalaciones de una de ellas se las vendió a la ciudad de Znojmo con la condición de que por un periodo de 10 años no se utilicen como fábrica de cerveza ni se vendan allí otras marcas que no sean de Heineken.
El Grupo PMS sigue elaborando y distribuyendo Lahváč, una cerveza que no tiene nada que envidiarle a las baratijas polacas.
El único que se salva es Budvar aunque ellos no tienen ningún problema en distribuir Carlsberg, que barata no es, pero dista mucho de ser algo digno de comprarse en este país.
Todos, con la excepción de la estatal, están muy felices de lo bien que les está yendo con las botellas de plástico y no parecen preocuparse demasiado con que estas sean dejadas al calor o incluso al sol (lo he visto) y expuestas por vaya uno a saber cuántos días a la intensa luz de los supermercados.
Pero seamos justos, las cervecerías, no importa su tamaño, son empresas y la función primaria de toda empresa es generar los suficientes ingresos como para al menos seguir funcionando. Lo cual me parece muy bien, cada uno es libre de vender lo que quiera, al precio que quiera y yo soy libre de decidir si lo compro o no. Pero que estos personajes, asociación incluida, me vengan a decir que buscan proteger la cerveza checa cuando ya hace tiempo la vienen desonhrando. ¡Andá a cagar!
Por otro lado, esto me viene bien para hablar de algo que hacía rato tenía en el tintero. Las cervezas importadas baratas, esa calamidad de la cual estas nobles almas nos quieren proteger.
No tengo números para respaldar mis argumentos, no sé cuál es el volumen ni la participación de mercado de estas cervezas importadas baratas, provenientes en su mayoría de Polonia, pero también las hay rumanas y alemanas (estas últimas prueba de que la "Ley de Pureza" no es garantía de nada, pero esto no es nada nuevo) y, al menos las que he probado, son sin excepción espantosas. A pesar de ello, estoy seguro de que todo esto es algo exagerado por personas que buscan culpar a otros por sus propias fallas.
Como en muchos otros países, los checos están tomando menos, no mejor, sino simplemente menos. La razón principal es que la gente está saliendo menos. Esto se debe a varios motivos, la crisis, real o percibida, los cambios demográficos, etc.
Una importante parte de la población en edad productiva tiene hoy entre 30 y 40 años, mucha de esta gente ya tiene hijos propios, hipotecas, etc. que, como todo padre de familia sabe, hace que uno ya no tenga tanto lugar como para divertirse. A esto hay que sumarle que mucha gente de esta y otras edades se han mudado fuera de los centros urbanos a barrios nuevos que los checos llaman "ciudades satélite". La mayoría de ellos van a trabajar en auto, lo cual hace que tampoco tomen en la ciudad luego de salir de sus oficinas. Esto no sería un problema si no fuese porque una vez que llegan o están en sus casas, no tienen a donde ir.
Yo vivo en una de estos satélites y conozco varias otros. Estos son lugares en donde las empresas de desarrollos inmobiliarios hicieron lo imposible por meter tantas casas como las municipalidades les permitan, y después un poco más, casi sin dejar espacio para nada más. Por momentos es deprimente, no hay ningún lugar donde los habitantes de estos asentamientos puedan juntarse y conocerse más, falta en ellos lo que el 75% de los checos considera como el centro de la vida social, una hospoda. Muchas veces me ha sucedido que después de terminar de hacer algo en el jardín o en la PC tengo ganas de irme a tomar una birra. Como no tengo a donde ir, no me queda otra que poner una botella en la heladera y tomarla en casa. No tengo problema con ello, pero es raro que en casa tome más de una cerveza en una sentada al tiempo de que es raro que en una hospoda tome menos de dos. Lo mismo le pasa a casi todo el mundo.
En síntesis, el motivo principal por el cual el volumen de ventas de cervezas envasadas ha superado al de cervezas de barril es porque la gente está tomando más en sus casas, lo cual resulta en que toma menos y acá es donde empieza el tema de las cervezas polacas, casi todo el mundo hace sus compras en sucursales de cadenas de supermercados.
A menos que se esté en una čtvrtá pípa, en los pubs solamente se puede tomar los productos de una sola empresa, a lo sumo, dos. No hay de dónde elegir y nadie protesta porque, después de todo, al pub se va más que nada por el lugar y no por lo que sirven. En los supermercados, por supuesto, la cosa es distinta. Es el consumidor el que tiene el control de lo que va a tomar. Existen, a grosso modo, tres grupos de consumidores:
- Los que compran una marca. Podría decirse que son el grueso de los consumidores promedio. Aquellos que toda su vida han tomado una o dos marcas y en los supermercados las compran de manera casi automática y rara vez prueban otra cosa.
- Los que compran una bebida. Son en gran parte los que han impulsado el resurgimiento de las regionales y micros. Puede que tengan una marca favorita, pero les gusta probar y tomar cosas distintas y no tienen problema en cambiar su marca habitual si encuentran otra que les gusta más.
- Los que compran precio. Para esta gente cosas como sabor, carácter o calidad tienen poca o ninguna importancia. Compran lo más barato, estos son los consumidores de las cervezas importadas baratas. Las cadenas de supermercados, quienes tienen a la calidad como la última de sus proridades, empezaron a importar estas porquerías porque las cerveceras locales se negaron a seguir bajando los precios o en algunos casos, descontinuaron la producción de marcas baratas por no considerarlas rentables.
El problema que tienen las macros es que estos últimos dos grupos están creciendo. Esto las ha puesto en una difícil situación, sus productos no son lo suficientemente baratos para unos ni son lo suficientemente interesantes para otros. La culpa de esto no es ni de los elaboradores polacos, rumanos o alemanes, ni de las cadenas de hipermercados, ni del gobierno, ni de la Unión Europea, ni de Al-Qaeda ni de los extraterrestres entre nosotros. Los únicos culpables son ellos mismos.
Así que si quieren realmente proteger la cerveza checa, empiecen por casa, dejen de pensar en volumen y piensen en calidad, dejen de usar High Gravity Brewing, dejen de usar jarabe de maiz, dejen de usar extractos baratos, denle a sus cervezas el tiempo de fermentación y maduración necesarios, quítenle a los contadores el control de la elaboración y devuélvanselo a los maestros cerveceros. Sino están dispuestos a hacer eso, cierren el culo y vayan a llorar a otro lado.
Na Zdraví!
¡Uf! Por dónde empezar. Por los socios fundadores. Plzeňský Prazdroj, Heineken, Budvar, el Grupo PMS (Zubr, Litovel, Holba), Maltería Souffle y Český svaz pivovarů a sladoven (Asociación Checa de Cervecerías y Malterías). Cuando lo lei no pude evitar pegarme una palmada en la frente. Falta Pivovary Staropramen y estarían todos. ¿En serio esta gente quiere proteger a la cerveza checa? ¡Jatejoder!
Prazdroj elabora Gambrinus Světlý y Premium de una misma tirada a 13º Balling que después divide en dos y diluye hasta llegar a los respectivos contenidos alcohólicos.
Heineken en 2009 cerró cuatro cervecerías y las instalaciones de una de ellas se las vendió a la ciudad de Znojmo con la condición de que por un periodo de 10 años no se utilicen como fábrica de cerveza ni se vendan allí otras marcas que no sean de Heineken.
El Grupo PMS sigue elaborando y distribuyendo Lahváč, una cerveza que no tiene nada que envidiarle a las baratijas polacas.
El único que se salva es Budvar aunque ellos no tienen ningún problema en distribuir Carlsberg, que barata no es, pero dista mucho de ser algo digno de comprarse en este país.
Todos, con la excepción de la estatal, están muy felices de lo bien que les está yendo con las botellas de plástico y no parecen preocuparse demasiado con que estas sean dejadas al calor o incluso al sol (lo he visto) y expuestas por vaya uno a saber cuántos días a la intensa luz de los supermercados.
Pero seamos justos, las cervecerías, no importa su tamaño, son empresas y la función primaria de toda empresa es generar los suficientes ingresos como para al menos seguir funcionando. Lo cual me parece muy bien, cada uno es libre de vender lo que quiera, al precio que quiera y yo soy libre de decidir si lo compro o no. Pero que estos personajes, asociación incluida, me vengan a decir que buscan proteger la cerveza checa cuando ya hace tiempo la vienen desonhrando. ¡Andá a cagar!
Por otro lado, esto me viene bien para hablar de algo que hacía rato tenía en el tintero. Las cervezas importadas baratas, esa calamidad de la cual estas nobles almas nos quieren proteger.
No tengo números para respaldar mis argumentos, no sé cuál es el volumen ni la participación de mercado de estas cervezas importadas baratas, provenientes en su mayoría de Polonia, pero también las hay rumanas y alemanas (estas últimas prueba de que la "Ley de Pureza" no es garantía de nada, pero esto no es nada nuevo) y, al menos las que he probado, son sin excepción espantosas. A pesar de ello, estoy seguro de que todo esto es algo exagerado por personas que buscan culpar a otros por sus propias fallas.
Como en muchos otros países, los checos están tomando menos, no mejor, sino simplemente menos. La razón principal es que la gente está saliendo menos. Esto se debe a varios motivos, la crisis, real o percibida, los cambios demográficos, etc.
Una importante parte de la población en edad productiva tiene hoy entre 30 y 40 años, mucha de esta gente ya tiene hijos propios, hipotecas, etc. que, como todo padre de familia sabe, hace que uno ya no tenga tanto lugar como para divertirse. A esto hay que sumarle que mucha gente de esta y otras edades se han mudado fuera de los centros urbanos a barrios nuevos que los checos llaman "ciudades satélite". La mayoría de ellos van a trabajar en auto, lo cual hace que tampoco tomen en la ciudad luego de salir de sus oficinas. Esto no sería un problema si no fuese porque una vez que llegan o están en sus casas, no tienen a donde ir.
Yo vivo en una de estos satélites y conozco varias otros. Estos son lugares en donde las empresas de desarrollos inmobiliarios hicieron lo imposible por meter tantas casas como las municipalidades les permitan, y después un poco más, casi sin dejar espacio para nada más. Por momentos es deprimente, no hay ningún lugar donde los habitantes de estos asentamientos puedan juntarse y conocerse más, falta en ellos lo que el 75% de los checos considera como el centro de la vida social, una hospoda. Muchas veces me ha sucedido que después de terminar de hacer algo en el jardín o en la PC tengo ganas de irme a tomar una birra. Como no tengo a donde ir, no me queda otra que poner una botella en la heladera y tomarla en casa. No tengo problema con ello, pero es raro que en casa tome más de una cerveza en una sentada al tiempo de que es raro que en una hospoda tome menos de dos. Lo mismo le pasa a casi todo el mundo.
En síntesis, el motivo principal por el cual el volumen de ventas de cervezas envasadas ha superado al de cervezas de barril es porque la gente está tomando más en sus casas, lo cual resulta en que toma menos y acá es donde empieza el tema de las cervezas polacas, casi todo el mundo hace sus compras en sucursales de cadenas de supermercados.
A menos que se esté en una čtvrtá pípa, en los pubs solamente se puede tomar los productos de una sola empresa, a lo sumo, dos. No hay de dónde elegir y nadie protesta porque, después de todo, al pub se va más que nada por el lugar y no por lo que sirven. En los supermercados, por supuesto, la cosa es distinta. Es el consumidor el que tiene el control de lo que va a tomar. Existen, a grosso modo, tres grupos de consumidores:
- Los que compran una marca. Podría decirse que son el grueso de los consumidores promedio. Aquellos que toda su vida han tomado una o dos marcas y en los supermercados las compran de manera casi automática y rara vez prueban otra cosa.
- Los que compran una bebida. Son en gran parte los que han impulsado el resurgimiento de las regionales y micros. Puede que tengan una marca favorita, pero les gusta probar y tomar cosas distintas y no tienen problema en cambiar su marca habitual si encuentran otra que les gusta más.
- Los que compran precio. Para esta gente cosas como sabor, carácter o calidad tienen poca o ninguna importancia. Compran lo más barato, estos son los consumidores de las cervezas importadas baratas. Las cadenas de supermercados, quienes tienen a la calidad como la última de sus proridades, empezaron a importar estas porquerías porque las cerveceras locales se negaron a seguir bajando los precios o en algunos casos, descontinuaron la producción de marcas baratas por no considerarlas rentables.
El problema que tienen las macros es que estos últimos dos grupos están creciendo. Esto las ha puesto en una difícil situación, sus productos no son lo suficientemente baratos para unos ni son lo suficientemente interesantes para otros. La culpa de esto no es ni de los elaboradores polacos, rumanos o alemanes, ni de las cadenas de hipermercados, ni del gobierno, ni de la Unión Europea, ni de Al-Qaeda ni de los extraterrestres entre nosotros. Los únicos culpables son ellos mismos.
Así que si quieren realmente proteger la cerveza checa, empiecen por casa, dejen de pensar en volumen y piensen en calidad, dejen de usar High Gravity Brewing, dejen de usar jarabe de maiz, dejen de usar extractos baratos, denle a sus cervezas el tiempo de fermentación y maduración necesarios, quítenle a los contadores el control de la elaboración y devuélvanselo a los maestros cerveceros. Sino están dispuestos a hacer eso, cierren el culo y vayan a llorar a otro lado.
Na Zdraví!
La ley de pureza hace unos años la derogó la UE
ResponderBorrarY qué van a hacer con ese fondo? Más anuncios?
Alex
La verdad, no sé qué van a hacer con ese fondo. Dicen que van a usar la plata para actividades de investigación para establecer normas estrictas en apoyo a la DOC České Pivo, y otras sanatas.
ResponderBorrarPor otro lado, si la Reinheitsgebot fue derogada, por qué entonces hay tantas cervecerías que dicen elaborar de acuerdo a ella como si ello fuese garantía de algo?
La R. es un anacronismo.
ResponderBorrarLa ley que derogó la vigencia de la R. se basaba en la libre competencia intra UE apoyada por las megacorporaciones cerveceras. Lo único que han conseguido es comprar Paulaner (y seguramente hacer que venda menos) y entrar en los supers con marcas blancas baratas. Los kartofel siguen bebiendo su cerveza local elaborada con los principios que expones en el último párrafo, huyendo de los extremismos cerveceros que están de moda.
Y respecto a los grupos que van al super también incluiria los que compran cerveza de una nación . Apelar al sentido patriotico entre hombres siempre da buen resultado
Alex
Interesante artículo. Realmente, es una paradoja esta unión pro cerveza checa.
ResponderBorrarLo que comentas de las ciudades satélite, una verdadera pena.
Salu2!
Muy interesante todo lo que tecleastes,cuando hablabas de las botellas de plastico me hicistes acordar a algo parecido que me conto mi viejo (vive en USA),allá también tienen botellas de plastico las marcas baratas y me comento q esa cerveza la podes usar para desajustar tuercas....
ResponderBorrarCheers
en España echan la culpa de que la gente no vaya a los bares a la ley antitabaco, pues en praga se puede fumar en todas partes y veo que pasa lo mismo (menos consumo en bares)
ResponderBorrarHola a todos
ResponderBorrarel problema es que lamentablemente , la vida cambio , se agito , corres todo el dia como un pelotudo , no paras , te streesas , no jugas con tus hijos , en busca del maldito dinero ( ojo no soy comunista ) pero es asi lamentablemente.
Y otra cosa la crisis economica , que esta presente en todos lados , en un bar un demi ( aqui en francia son 250cc) de kronebourg ( pis con espuma ) vale 2.5 o mas y vas al LIDL ( hay en rep checa ? ) compras 12 botellas por 3.5 la gente ni lo piensa;
aunque los bares seguiran y la buena birra se seguira elaborando .
El finde me espera la alsacia , region cervecera si las hay en francia y hare mi tour de micros.
saludos
omar