Un poco tarde, ya sé, pero mejor que el mes pasado.
La verdad que tampoco hubo demasiado (estuve bastante ocupado) y mucho del discurso fue dominado por el tema del Oxford Companion to Beer, que generó más de un acalorado debate.
Martyn Cornell, en un lenguaje quizás un poco demasiado vehemente, luego de encontrar algunos errores históricos, preguntó si el libro no es un tremendo desastre (y no sin algo de razón, si se tiene en cuenta todo el trabajo que él ha hecho para desmitificar la historia cervecera inglesa), algo que, como es de esperarse, no puso muy contento a Garret Oliver, el editor, que hizo su descargo en una entrevista con Alan, que a su vez generó muchos comentarios, algunos de ellos muy interesantes.
Para mí, sin embargo, la mejor reseña del libro es la de Barm, que lo disecciona hasta el más mínimo detalle en una crítica balanceada, bien argumentada y entretenida de leer a pesar de su longitud.
Si les interesa la opinión de alguien que todavía no leyó el libro, creo que al Oxford Companion to Beer ha sido víctima sus propias ambiciones y de las enormes reputaciones de Oxford University Press y de Garret Oliver. Quizás Barm tiene razón al decir que la editorial apuró la publicación para poder sacarlo a la calle para las fiestas, privándole al equipo editorial del tiempo necesario para al menos terminar de pulir algunas asperezas.
Siguiendo con el tema histórico (que es lo que más objeciones parece haber generado en el OCB, y no sin razón), Evan Rail hace un llamado al público a estudiar un poco más a fondo la historia de las cervezas de Europa Central y del Este, de las cuales se sabe muy poco y sugiere algunos libros para ir empezando. Si la enorme cantidad de visitas que mi ariculo sobre la relación histórica entre Pilnser Urquell y Pale Ale puede servir de indicador, hay bastante gente que tiene interés en el tema y no me puedo ni imaginar lo que les gustaría saber sobre Mum, un estilo de cerveza alemán ya desaparecido, que, según la página 123 de este libro de 1938 estaba elaborada "principalmente con malta de trigo, con una porción de malta de avena y de porotos, pintas de abeto y abedul y varias hierbas". Quizás, una vez que Ron termine de con su historia de las cervecerías escocesas tenga tiempo y ganas de investigar un poco más a fondo sobre el tema (a propósito, si hay alguien por ahí que sigue pensando que los escoceses no usaban lúpulo, lean esta receta histórica para desasnarse, se van a llevar más de una sorpresa).
Pero ya basta con la historia. Vamos al presente que también da que hablar.
Velký Al parece ya tener las bolas llenas con estilos cuyo nombre es un oxímoron, todo empezó con la fiebre de las Black IPA y ahora se habla de Black Pils y Black Kölsch. ¿Cuál va a ser el próximo invento de estos innovadores, una Schwartz rubia?
A los que saben checo, les recomiendo lean esta entrevista paralela entre uno de los autores del blog Pivni Recenze y el Maestro Cervecero de Gambrinus. No tiene desperdicio.
La huevada del mes va para a este mamarracho, pero sobre él ya han leído.
Na Zdraví!
La verdad que tampoco hubo demasiado (estuve bastante ocupado) y mucho del discurso fue dominado por el tema del Oxford Companion to Beer, que generó más de un acalorado debate.
Martyn Cornell, en un lenguaje quizás un poco demasiado vehemente, luego de encontrar algunos errores históricos, preguntó si el libro no es un tremendo desastre (y no sin algo de razón, si se tiene en cuenta todo el trabajo que él ha hecho para desmitificar la historia cervecera inglesa), algo que, como es de esperarse, no puso muy contento a Garret Oliver, el editor, que hizo su descargo en una entrevista con Alan, que a su vez generó muchos comentarios, algunos de ellos muy interesantes.
Para mí, sin embargo, la mejor reseña del libro es la de Barm, que lo disecciona hasta el más mínimo detalle en una crítica balanceada, bien argumentada y entretenida de leer a pesar de su longitud.
Si les interesa la opinión de alguien que todavía no leyó el libro, creo que al Oxford Companion to Beer ha sido víctima sus propias ambiciones y de las enormes reputaciones de Oxford University Press y de Garret Oliver. Quizás Barm tiene razón al decir que la editorial apuró la publicación para poder sacarlo a la calle para las fiestas, privándole al equipo editorial del tiempo necesario para al menos terminar de pulir algunas asperezas.
Siguiendo con el tema histórico (que es lo que más objeciones parece haber generado en el OCB, y no sin razón), Evan Rail hace un llamado al público a estudiar un poco más a fondo la historia de las cervezas de Europa Central y del Este, de las cuales se sabe muy poco y sugiere algunos libros para ir empezando. Si la enorme cantidad de visitas que mi ariculo sobre la relación histórica entre Pilnser Urquell y Pale Ale puede servir de indicador, hay bastante gente que tiene interés en el tema y no me puedo ni imaginar lo que les gustaría saber sobre Mum, un estilo de cerveza alemán ya desaparecido, que, según la página 123 de este libro de 1938 estaba elaborada "principalmente con malta de trigo, con una porción de malta de avena y de porotos, pintas de abeto y abedul y varias hierbas". Quizás, una vez que Ron termine de con su historia de las cervecerías escocesas tenga tiempo y ganas de investigar un poco más a fondo sobre el tema (a propósito, si hay alguien por ahí que sigue pensando que los escoceses no usaban lúpulo, lean esta receta histórica para desasnarse, se van a llevar más de una sorpresa).
Pero ya basta con la historia. Vamos al presente que también da que hablar.
Velký Al parece ya tener las bolas llenas con estilos cuyo nombre es un oxímoron, todo empezó con la fiebre de las Black IPA y ahora se habla de Black Pils y Black Kölsch. ¿Cuál va a ser el próximo invento de estos innovadores, una Schwartz rubia?
A los que saben checo, les recomiendo lean esta entrevista paralela entre uno de los autores del blog Pivni Recenze y el Maestro Cervecero de Gambrinus. No tiene desperdicio.
La huevada del mes va para a este mamarracho, pero sobre él ya han leído.
Na Zdraví!
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