Weizenbock es una de mis variedades de cerveza favoritas, en especial en esta época del año. Es simplemente perfecta para tomar en una tarde gris y fría. Una buena Weizebock es reconfortante como sentarse en un sillón al lado del fuego.
Der Weisse Bock de Leidmann Private Landbrauerei, además de ser un gran exponente de lo que digo arriba, sirve de un excelente ejemplo de lo que dije hace unos días en esta entrada: no, no lo de "Trapista/De Abadía" no es un estilo, eso está bien claro, no necesita ejemplos, sino esto "...si realmente se quiere entender a una cerveza, hay que tomarla (...) no "degustarla" o "catarla" (...), me refiero a sentarse a tomar una porción entera de esa cerveza."
Si laguien me hubiese preguntado qué me parecía Der Weisse Bock cuando estaba tomando la primera parte del vaso, lo más probable es que habría dicho que era aburrida. No había nada de malo en ella, todo estaba en su lugar, pero parecía una de esas cervezas hechas sin ganas, por compromiso u obligación. Sin embargo, ya para la mitad del vaso, la cerveza se había abierto, como si se sintese más cómoda en mi compañía, y empezó a mostrar su verdadera personalidad. Terminé relamiéndome con cada gota, disfrutando cada trago y lamenté no tener otra botella a mano.
Me acordé también de otras experiencias en las que lo opuesto me había pasado, una cerveza que me empezó gustando para el final se había vuelto aburrida o directamente se había caído a pedazos. Staropramen Nefiltrované es un buen ejemplo de una cerveza que empieza bien pero que al final deja un gusto no del todo agradable y la pregunta "¿Qué carajo querían hacer con esto?".
A menudo leo blogs en donde los autores asisten a festivales o van a alguno de esos bares con cartas de cerveza kilométricas y nos relatan sobre qué tanto les gustaron las muchas cervezas que probaron en medidas de 0,1l o 0,15l. Yo he hecho lo mismo en más de una ocasión, es natural, estás ahí y querés probar lo más posible. Sin embargo, ahora me pregunto cuántas de esas cervezas calificadas como "maravillosas", "deliciosas", etc. recibirían los mismos elogios si nos hubiésemos tomado una porción entera de ellas, y cuántas de las "aburridas", "del montón" hubiesen terminado siendo "maravillosas", "deliciosas", etc.
"Catar" es muy útil para darnos una buena idea sobre la cerveza, en especial para determinar si no hay nada malo con ella, pero no siempre alcanza para darnos cuenta si nos gusta o no.
Por otro lado ¿No será esta costumbre (¿moda, fiebre?) de probar tantas cervezas como sea posible en el menor tiempo posible minimizando el riesgo de terminar con el culo mirando al sudeste un una de las reazones del aparente éxito de las cervezas extremas?
Una con alto IBU, es ruidosa, bombástica como una película de acción llena de explosiones y efectos especiales. Mientras que las cervezas en donde lo que manda es más que nada la malta son como una película de suspenso en la que hay que prestar atención a los detalles. No quiero decir acá que unas son mejores que otras, soy capaz de disfrutar una buena peli T.T.M. (Tiros, Tetas y Monstrous) tanto como un thriller sesudo, cada uno en su modo y en su momento.
¿O será quizás que las bombas de lúpulo y las cervezas extremas en general son un reflejo de estos tiempos de gratificación instantánea donde no se espera (o no se quiere) que la gente tenga mucha capacidad de atención?
¡Qué se yo! Mejor me voy a tomar una birra.
Na Zdraví!
Der Weisse Bock de Leidmann Private Landbrauerei, además de ser un gran exponente de lo que digo arriba, sirve de un excelente ejemplo de lo que dije hace unos días en esta entrada: no, no lo de "Trapista/De Abadía" no es un estilo, eso está bien claro, no necesita ejemplos, sino esto "...si realmente se quiere entender a una cerveza, hay que tomarla (...) no "degustarla" o "catarla" (...), me refiero a sentarse a tomar una porción entera de esa cerveza."
Si laguien me hubiese preguntado qué me parecía Der Weisse Bock cuando estaba tomando la primera parte del vaso, lo más probable es que habría dicho que era aburrida. No había nada de malo en ella, todo estaba en su lugar, pero parecía una de esas cervezas hechas sin ganas, por compromiso u obligación. Sin embargo, ya para la mitad del vaso, la cerveza se había abierto, como si se sintese más cómoda en mi compañía, y empezó a mostrar su verdadera personalidad. Terminé relamiéndome con cada gota, disfrutando cada trago y lamenté no tener otra botella a mano.
Me acordé también de otras experiencias en las que lo opuesto me había pasado, una cerveza que me empezó gustando para el final se había vuelto aburrida o directamente se había caído a pedazos. Staropramen Nefiltrované es un buen ejemplo de una cerveza que empieza bien pero que al final deja un gusto no del todo agradable y la pregunta "¿Qué carajo querían hacer con esto?".
A menudo leo blogs en donde los autores asisten a festivales o van a alguno de esos bares con cartas de cerveza kilométricas y nos relatan sobre qué tanto les gustaron las muchas cervezas que probaron en medidas de 0,1l o 0,15l. Yo he hecho lo mismo en más de una ocasión, es natural, estás ahí y querés probar lo más posible. Sin embargo, ahora me pregunto cuántas de esas cervezas calificadas como "maravillosas", "deliciosas", etc. recibirían los mismos elogios si nos hubiésemos tomado una porción entera de ellas, y cuántas de las "aburridas", "del montón" hubiesen terminado siendo "maravillosas", "deliciosas", etc.
"Catar" es muy útil para darnos una buena idea sobre la cerveza, en especial para determinar si no hay nada malo con ella, pero no siempre alcanza para darnos cuenta si nos gusta o no.
Por otro lado ¿No será esta costumbre (¿moda, fiebre?) de probar tantas cervezas como sea posible en el menor tiempo posible minimizando el riesgo de terminar con el culo mirando al sudeste un una de las reazones del aparente éxito de las cervezas extremas?
Una con alto IBU, es ruidosa, bombástica como una película de acción llena de explosiones y efectos especiales. Mientras que las cervezas en donde lo que manda es más que nada la malta son como una película de suspenso en la que hay que prestar atención a los detalles. No quiero decir acá que unas son mejores que otras, soy capaz de disfrutar una buena peli T.T.M. (Tiros, Tetas y Monstrous) tanto como un thriller sesudo, cada uno en su modo y en su momento.
¿O será quizás que las bombas de lúpulo y las cervezas extremas en general son un reflejo de estos tiempos de gratificación instantánea donde no se espera (o no se quiere) que la gente tenga mucha capacidad de atención?
¡Qué se yo! Mejor me voy a tomar una birra.
Na Zdraví!
Me parece que su artículo es muy acertado. Estoy completamente de acuerdo en todo lo que dice. La verdad es que es algo que, en tanto que filósofo y cervecero, también he pensado en varias ocasiones pero creo que nunca he sabido exponerlo con tanta claridad y precisión. Enhorabuena por el artículo y el blog en general. Un saludo.
ResponderBorrarMe parece muy pero que muy interesante lo que comentas, pero aún compartiendo parte de tu discurso no creo que sea exactamente así. Cierto es que existen esas cervezas "extremas" que con un aroma fantástico (cosa no muy complicada en la actualidad con tantas variedades de lúpulos, algunos de los cuales son realmente seductores) que en boca no son más que una bomba de amargor en plan esas TTM (muy bueno, por cierto, jeje) que dices, pero por otro lado existen marcas reconocídisimas por elaborar cervezas extremas (DogFish Head, Stone...) en las que sus productos no siempre son bombas sin sentido. Por ejemplo, DFH 90 minute me parece impresionante y no precisamente por el lúpulo (que es también brutal) sino por cómo éste está compensado excelentemente por una malta maravillosa. Otro ejemplo aún mejor es la cerveza que pusiste como mejor extranjera del año hace varios posts (la Pliny the Elder). El lúpulo es algo sin lo cual la cerveza no se entendería pero en mi opinión es la malta lo que la hace tan espectacular.
ResponderBorrarPor otro lado, no digo que no haya una fiebre con ver quien la tiene más larga con los IBUs pero por suerte tenemos ojos para elegir cual comprar y cual dejar en la estantería de la tienda. Creo que todos conocemos varias de esas fábricas a las que les gustan los fuegos artificiales o comparar quien la tiene más larga así que no veo más problema en simplemente dejar que se peleen. Sí creo que hay varias micros (no me refiero únicamente a micros españolas...) que viven de esa fiebre que comentas y que se apuntan al carro porque parece que mola lo extremo o lo lupulado (aunque haciendo algunas cervezas en mi opinión sin mucho fundamento), pero si te fijas, para mucha gente las mejores extremas y/o lupuleras que han probado son cervezas en las que la malta tiene un claro protagonismo como esas 2 que te comentaba más arriba.
Saludos!
PAU, justamente por casos como DFH 90, Pliny the Elder y muchísimos etc. hago la aclaración respecto a las películas TTM. Me gusta consumirlas, pero no porque el hecho que tienen tantos o cuantos IBU's o ABV's, sino porque las considero muy bien hechas. Pero más allá de lo que me guste o no, no es mi inteción acá criticar a nadie, sino plantearme algunas preguntas en voz alta.
ResponderBorrarvolvi a Praga z lo primero que hice fue gastarme unas coronas invitando a unos amigos de Venezuela en u cerneho vola... estaba todo full y reservado, igual bebimos en un costado,, la cerveya increible como siempre.. me extrano que el camarero no tenia cara de culo...se porto bien... luego fuimos derecho a probar la uneticka que habias dado tanta publicidad.... z que decepcion, sabe a poco z nada... una de las pocas veces que no hemos coincido,, auqnue en realidad con tan poco sabor, me gustaria saber donde le encontras el gusto. los colegas que lleve pensaron de la misma manera.. y por cierto u sadu con esa z la velen no van a ningun lado... le pregunte al bartender que paso con la primator y no me supo responder... terminamos en kralostvi z la polotmavy es de lo mejor que tienen ese pivovar de cerna hora... la primator WEIYENBIER de botella que compro en el kaufland de teplice a 17.50, 1 kc mas que el anio pasado, sabe a DIOSES, sigo buscando y no encuentrop nada mejor que esta maravillosa weizen.. luego la svatecni lezak s jemnzmi kvasnicemi en la que sigue en mi lista...
ResponderBorrarsaludos .. z que estes bien.. esta semana es ir a la pivovar de harrachov a tomar la fresca ddeahi..
salud
¿Y ahí en Rep. Checa cómo se ve lo de esas yankies, hiperlupuladas y demás? Me refiero a la gente que frecuenta hospodas y se toma su clásica svetly lezak.
ResponderBorrarLo de criticar a alguien, no se si te había dado esa impresión en mi comentario pero no es eso lo que se trasmite de tu post, que te repito que es muy interesante.
Las bombas de lúpulo al estilo yanki acá tienen un alcance limitado porque no hay mucha gente que las venda, pero están creciendo en popularidad, gracias en gran parte a que cada vez más cervecerías elaboran PA's, algunas de ellas muy buenas. A fines de año una regional sacó una IPA muy linda que la anunció como la "primera IPA industrial en CZ"...
ResponderBorrarPero más allá de eso, a las cervezas muy lupuladas, sean del tipo que sean, se las suele consumir más que nada como el postre en una sesión.
Xavi,
ResponderBorrarA lo mejor tomaste la 10º de Únětice? (que me sigue gustando mucho, debo aclarar).... Pero bueno, me alegro que la hayan pasado bien...
nunca te escribí, te leo y te conocí mediante la logia, y ahora te veo en la tele, groso. abrazo
ResponderBorraralex
Genio total! Ayer te vi en La Vuelta al Mundo!! Punto aparte, que buena que esta Isabel Macedo!! Y que buen tour cervecero le hicisteee!! El flaco quedo dado vuelta jajaja!! Abrazo grande!!
ResponderBorrarLa verdad que la Macedo es una linda mujer y además es macanudísima, los dos fueron de diez. La pasé genial ese día.
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