Bien, veamos qué es que tiene para contarnos esta cerveza de Břevnovský Klášterní Pivovar.
Describir el color de esta cerveza sería una pérdida de tiempo. Todo lo que puedo agregar al respecto es que en cierto modo irradia oscuridad. No una oscuridad tipo Darth Vader, sino la oscuridad de alguien a quien le encanta hacer cagarse del susto a chicos con historias de fantasmas, así que es una oscuridad divertida, si te caben ese tipo de cosas.
El aroma también es oscuro. Me refiero a que recuerda a cosas oscuras, cosas oscuras sabrosas, o cosas oscuras que no son muy sabrosas, pero sí huelen rico. Supongo que sabés a lo que me refiero, así que no voy a enumerar.
Si cerrás los ojos, el paquete aromático completo casi que te lleva en un viaje espiritual al interior de una profunda caverna en donde un negro está asando carne; no porque huele como carne asada – éso no es tan oscuro, a menos que la carne se queme, en ese caso no sería tan agradable – o porque huele como una caverna profunda – las dos o tres cavernas profundas en las que he estado eran, sí, oscuras, pero olían más que nada a humedad, y esta cerveza no huele a humedad. Es solamente la sensación que me queda cuando cierro los ojos e inhalo los aromas de esta cerveza. Debería confesar, sin embargo, que nunca he asistido a un asado en una caverna profunda, pero me imagino que debe ser una experiencia bastante copada.
¡Y adentro! ¡Hermosa! ¿Hmmm? ¡Pará un cacho! ¿Es 'hermoso' un descriptor apropiado para algo imperial? No estoy seguro. Quizás 'majestuoso', 'imponente' o 'augusto' sean mejores. ¡Ahi está! ¡Augusta! Es una cerveza augusta, con un sutil toque de imponente que le da complejidad.
Sin embargo, ahora que pienso sobre el tema de la denominación 'Imperial', algo más me viene a la mente, algo sobre el carácter de la cerveza. Imperial, imperio, emperador son palabras a menudo asociadas con figuras históricas como Vespasiano, Carlomagno, Federico Barbarroja, Pedro el Grande y otros hombres cuyo apellido en la posteridad fue “El Grande”, sólo por mencionar a algunos. Hombres para quienes romper culos a patadas y conquistar era casi un pasatiempo (y con dementes depravados tipo Calígula, pero mejor mantenerse lejos de ellos). La imperialidad de esta cerveza es un poco diferente; es más parecida a la de aquellos innumerables emperadores sobre los cuales la mayoría de nosotros no sabe nada, pero no necesariamente porque hayan sido malos imperiando; eran no mucho más que tipos que hicieron lo que debían hacer para mantener el trabajos comunitarios, ni más, ni menos – si algún orto necesitaba ser roto a patadas, se lo rompía como es debido, pero sin demasiado entusiasmo puesto en la tarea.
No es mi intención menospreciar a la cerveza, todo lo contrario. Imaginate que estás en un bar y de golpe entra Federico Barbarroja. Todo el mundo se cagaría encima. No porque hayan visto un fantasma, no, ¡sino porque Federico laconchadetumadre Barbarroja acaba de entrar! Y no estaría solo, vendría acompañado de un séquito de pulentas con similar predisposición. Estoy seguro que la mayoría de los parroquianos terminarían sus birras y muy despacito y en silencio dejarían el lugar, no sea que a Su Majestad Imperial se le ocurra empezar a romper cabezas para hacer la tarde más interesante.
Por otro lado, si alguno de esos prácticamente olvidados emperadores entrase, luego de que todos en el bar se hayan parado para mostrar sus respetos, con un gesto de su mano, el tipo le indicaría a todos que se sienten y sigan haciendo lo que estaban haciendo, le ordenaría luego a sus guardias, no más de cuatro, que lo esperen afuera y se sentaría en algún rincón para ocuparse de sus asuntos y tomar un par de birras mientras reflexiona sobre esa cosa que lo ha estado preocupando últimamente, nada serio, pero hoy no está de mucho humor para hablar con nadie. ¡Tal es la imperialidad de esta cerveza!
En resumen, se trata de una cerveza con la que te gustaría pasar un rato, más allá del mal humor. Al igual que ese emperador para la mayoría anónimo, probablemente no dejará una gran marca en los libros de historia, pero seguro tendrá un par de cosas interesantes para contarle a quien esté dispuesto a escuchar, y eso es mucho más copado.
Na Zdraví!
PD: La botella pasó más o menos un año en mi bodega. En su momento había comprado dos. La primera que tomé me supo impulsiva, inmadura y, por lo tanto, aun no dispuesta a asumir sus responsabilidades. Así que decidí dejar a su hermano por un año meditando sobre la manera apropiada de conducirse.
Hola feliz anio 2014 ,
ResponderBorrarImperail me recuarda las galletitas imperial
saludos
omar