Antes de empezar, tengo que decir que este proyecto me ha entusiasmado mucho. No solo porque he recibido muy buen feedback, pero también porque me ha dado una excusa para volver a algunos lugares que que hacía un montón no visitaba, lugares que me supieron gustar mucho, pero, ya saben, la vida. (Comentario al margen, creo que es algo que deberíamos hacer más a menudo, volver a lugares o cervezas que algunas vez fueron favoritos, pero ahora son casi parte de nuestro pasado). Me dado también un pretexto para por fin darme una vuelta por el que por el momento, aunque no por mucho más, es el brewpub más nuevo de Praga, Pivovar Liboc, aunque todavía no sé qué tan entusiasmado estoy al respecto.
Pero bueno. Estuve pensando el orden en el que publicaría las reseñas. Cronológico – desde el brewpub más viejo al más nuevo o viceversa; geográfico, o quizás enfrentado uno de los brewpubs más viejos contra uno de los más nuevos. Pero al final me decidí por algo mucho más lógico y simple, basado en cuandoquiera sea que tenga el suficiente tiempo y esté cerca de uno de los brewpubs y/o que me pinte el orto irme hasta ahí.
Así que sin más preámbulos, he aquí la primera de las reseñas.
Pivovarský Dům
Creo que la última vez que estuve en Pivovarský Dům fue hace maś de tres años cuando estaba haciendo el trabajo de campo para La Guía Cervecera para Borrachines. Es un excelente ejemplo de lo que hablaba al principio. Me encantaba este lugar y sus cervezas y era una de mis paradas regulares en los tiempos en los que los brewpubs de Praga se podían contar con los dedos de una mano. No recuerdo haber tenido nunca una mala experiencia allí, simplemente dejé de ir. Es lindo volver.
Nada ha cambiado en el salón principal, lo cual me pone contento, siempre me gustó el estilo. Ocupé una mesa al lado del equipo de cocción y me di cuenta que estaba rodeado de turistas rusos. No eran parte de un rebaño seguidor de paraguas, eran parejas o grupos pequeñas de en su mayoría treintaypicos, creo, que no parecían conocerse entre sí. Esto no es ni una queja ni una crítica, no tengo nada en contra de los turistas rusos, en especial cuando se comportan tan bien con estos, y para el boliche, el dinero de esta gente es tan bueno como el mío. Pero, y a pesar de que nadie puede ser culpado de ello, no voy a negar que le quita algo de onda al lugar.
Sin embargo, lo que más me llamó la atención fue que en todas las mesas había al menos una de las bandejitas de degustación, ya saben, ese coso con los vasos chicos con todas las birras que Pivovarský Dům hace. Parecía como si esta gente estuviese siguiendo instrucciones, de otro modo no serían tomados en serio al volver a casa. Pero tampoco me quiero burlar de ellos, después de de todo, nosotros, los entusiastas/frikis cerveceros no somos muy diferentes. Cuando vamos a alguna de esas Mecas cerveceras nos sentimos casi obligados a visitar una lista de lugares porque se nos ha dicho que no podemos dejar de ir - “¿Cómo? Estuviste en Bruselas y no fuiste a Moeder Lambic? ¿Qué clase de bruto sos?”.
Pero suficiente con el comentario social, vamos a las cervezas.
La Štěpán – Světlý Ležák fue como un viaje sensorial al pasado, me hizo acordar por qué en su momento creía que era la mejor lager rubia del mundo. Simplemente maravillosa en su simpleza y, en cierto modo, sorprendente también. Me supo a encontrarme plata para cerveza en el bolsillo de una campera vieja. Con creces fue capaz de compensar por la falta de atmósfera y si hubiese tenido tiempo, me habría quedado a tomar un inmoderado número de pintas.
Lástima que no puedo decir lo mismo sobre Štěpán – Tmavý Ležák. No tenía nada objetivamente malo, simplemente no es mi tipo de cerveza. Fue como estar tomando té con masitas en lo de tu tía cuando podrías estar comiendo algún animal asado en otro lado. Pero esa světůý ležák, ¡uuuuuuuuuuhhhh! Mi vida necesita más de eso.
Pivovarský Dům
50°4'31.287"N, 14°25'25.766"E
Lípová 511/15 – Praga 2
pivodum@iol.cz - +420 296 216 666
Mon-Sun: 11-23:30
Tranvías: 4, 6, 10, 16, 22 – Štěpánská
No fumador
Me encanta este nuevo proyecto, Max. Por cierto ¿No comiste nada? ¿No tienes pensado hablar de la comida en estas reseñas?
ResponderBorrarSaludos,
Torpedo
No comí nada, fue una parada rápida con el suficiente tiempo para tomarme esas dos cervezas y seguir camino. Pero igual no creo que vaya a hablar de la comida en ninguno de los lugares.
BorrarEn mi viaje a Praga, años ha, cuando aún no era (no sé si por suerte o no) un ávido buscador de rarezas / novedades ni conocía todos los lugares que durante tantos posts nos has estado mostrando, tuve la suerte de tener el hotel relativamente muy cerca y por eso fui por lo menos en dos ocasiones y recuerdo un grato recuerdo de las cervezas y de la comida. Una de las noches, lo reconozco, también cayó la tabla de degustación.
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