El amigo Birraire, en su manifestación angloparlante, aprovechando el inicio de la temporada (y estimo, también, su papel en la organización del Barcelona Beer Festival) convocó este mes a The Session con los festivales como tema, preguntando si son, o deberían ser, eventos para reunir a frikis o para promover la cerveza.
A continuación, les dejo la traducción de mi contribución:
Años atrás, podría haber respondido de otra manera, pero hoy los festivales son algo que ya no me entusiasma. No soy amigo de las multitudes ni de hacer cola, y no me gusta el tipo de consumismo que promueven, en especial los más grandes, que hacen alarde de cientos, sino miles de cervezas diferentes. No es que tenga algo en contra de ellos, sino que, al igual que con las películas románticas, no soy su público.
A los pocos, muy pocos, a los que voy, los elijo más por la atmósfera y la gente que sé voy a encontrar, que la cerveza; después de todo, cervezas buenas e interesantes es algo que puedo encontrar todos los días, casi sin esfuerzo alguno. En otras palabras, para mí un festival no es mucho más que un jardín cervecero glorificado.
Esta es, a propósito, la razón por la cual me niego terminantemente a pagar una entrada para un festival, ya sea abierta o encubierta. Bares y jardines cerveceros no cobran entrada por el privilegio de comprar cerveza, así que no veo por qué debería pagar por lo mismo en un festival. Una vez más, no estoy en contra del cobro de entrada en sí; los festivales son emprendimientos privados y los organizadores tendrán sus legítimos motivos para cobrar entrada, o no, no importa, porque de todas maneras no creo que vaya obtener ningún valor real a cambio de mi dinero.
En lo que respecta al papel que los festivales juegan; al no tener ninguna participación en la industria, solo puedo especular y es probable que mis conclusiones no sean correctas. Cada festival es diferente y los organizadores tendrán cada uno sus propios objetivos. Objetivos que para nosotros los consumidores no son, ni deberían ser, de nuestra incumbencia. No hemos asumido ninguno de los riesgos derivados de organizar un evento de este tipo, entonces no tenemos derecho a cuestionar su propósito.
Pero más allá de todo eso, y de los motivos que nos llevan a un festival (que a menudo implican tiempo y dinero para llegar hasta ahí), lo que todos verdaderamente queremos es pasarla bien; y en tanto el festival nos proporcione ese buen momento, su propósito, bien sea este promocionar una industria, dejar contentos a los frikis o lucrar con algo mientras está de moda es muy poco relevante.
Na Zdraví!
PS: No hago distinción entre festivales y ferias. De este lado del mostrador, la diferencia es más que nada organizativa. Ambos ofrecen básicamente lo mismo: un evento en donde por un tiempo limitado cervezas de varios productores están disponibles “bajo un mismo techo”.
Completamente de acuerdo con tus conclusiones, al final esto de los festivales no es más que una excusa para pasarlo en grande.
ResponderBorrarSolo quiero hacerte una puntualización, aunque intuyo que ya la conoces. Y es que en España la distinción entre ferias y festivales al menos a día de hoy sí es notable desde el punto de vista del consumidor, ya que en las ferias puedes hablar directamente con los productores (algo que hace que personalmente me desplace a ese lugar para conocer a quienes están detrás en lugar de tomar sus cervezas simplemente en el sofá de mi casa sin gastarme dinero en desplazamiento y alojamiento) mientras que en festivales como ese BBF que mencionas no es así.
¡Salud!
Pau, tenés razón, la diferencia entre ferias y festivales no es solo organizativa, sino también de formato (y como vos, prefiero el de las ferias), pero no dejan de ofrecer escencialmente lo mismo.
BorrarCreo que entre Feria y Festival falta una categoría que es donde se quedan muchos de esos eventos:
ResponderBorrarMercadillo.
¿Qué es lo que hace el mercadillo diferente a la feria?
BorrarLa feria es un evento grande en el que se busca principalmente promocionar el producto, esto implica (si es necesario), regalar chatines de cerveza para que la gente pruebe el producto y valore si merece la pena comprarlo. Que digo... ¿regalar?, ¡herejía!
BorrarLos mercadillos cerveceros te los encuentras en medio de la calle donde hay entre diez y quince puestos, te soplan un mínimo de 2 a 3 euros por el vaso y si quieres probar, tienes que pagar un vaso entero. Que oye, para ciertas personas que saben a lo que van está bien pero para el neófito es una norma que no suele cuadrarle en la cabeza.
Mucha gente que no está relacionada con el mundo de la cerveza "artesana" sale espantada de esos mercadillos, ya que llega a casa con la sensación de "me han clavado". Normalmente no suelen repetir la experiencia.
Resumiendo, para mi hay una diferencia clara:
Feria: Se busca principalmente la promoción y publicitarse (obviamente si se vende producto bienvenido sea).
Mercadillo: Aquí se viene a sacar pasta, págame y si te he visto no me acuerdo.
Festival: Una versión más campechana de la feria y más evolucionada del mercadillo. Aquí ya entran los grupetes de música para amenizar el ambiente, algún que otro productor achispado y diferentes eventos tales como catas, ponencias, etc.
;-)
¡Gracias por la aclaración!
Borrar¿Es idea mía o lo que la mayoría llama "ferias" son, según tu descripción, mercadillos?
¡Exacto!.
BorrarLa verdad es que no llevo tantos años como aficionado a la cerveza como muchos de por aquí, pero la sensación que tengo con los festivales/ferias no distan mucho de lo que aquí se cuenta.
ResponderBorrarAl principio me animaba mucho, "vaya cervezas traen, ¡hay que ir seguro!", y te lo pasas en grande. Luego ya vas conociendo más el mercado y bueno, vas pero "de otra manera", aunque igualmente te lo pasas en grande. Si vas con amigos, y hay cerveza de por medio, es fácil pasarlo en grande jejeje.
Pienso que hay un punto a favor que no se ha comentado aquí, y es la posibilidad de probar muchas y variadas cervezas, por un precio mucho más contenido que hacerlo en tiendas o bares habituales. Aquí en España el vaso que implica la entrada al recinto (unos 25 cl, más o menos...) suele estar entre los 2 y 3 euros, dependiendo de festival y también de la cerveza (las lager, pale ale algo más baratas, las IS, IIPA, etc. algo más caras). Por ejemplo en el Borefts (al que no he ido), todas las cervezas creo que costaban 1.5 euros, por ese precio te puedes permitir probar más, apuntar las que más te gusten, y buscarlas después en tus tiendas habituales, donde seguramente doblarán ese precio, pero ya no experimentas, vas sobre seguro (más o menos jejeje).
Respecto a lo de cobrar entrada, etc., yo tampoco estoy dentro del sector y no puedo saber los objetivos reales de los organizadores/productores, pero es cierto que si se quiere llegar a mucha más gente, cobrar la entrada no es lo mejor. Algunos argumentan que es la forma de financiar el evento (o parte más bien), y para los que nos pasamos allí varias horas no nos importa mucho pagar 2 euros (aunque sería mejor no hacerlo, para que negarlo), pero entiendo que a otros muchos no les guste. Incluso creo que se debería dar la opción de devolver el vaso a la salida y recuperar el dinero. Pero ya digo, no he organizado nada nunca y desconozco los detalles :-)
Un saludo!